Publicidad
Publicidad

Estudian la viabilidad del electrorretinograma como biomarcador potencial para facilitar el diagnóstico de autismo

El descubrimiento de biomarcadores ha supuesto un avance en el caso del trastorno del espectro autista, y los movimientos oculares están ganando atención en este espacio como uno de los indicadores más prometedores del TEA en la primera infancia.

18/12/2023

El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición del desarrollo neurológico caracterizada por dificultades en las interacciones sociales recíprocas, la comunicación y conductas repetitivas/restrictivas. En este terreno, un reciente estudio, llevado a cabo por investigadores de las Univerisdades de Australia del Sur y de Flinders (Australia) se marcó como ...

El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición del desarrollo neurológico caracterizada por dificultades en las interacciones sociales recíprocas, la comunicación y conductas repetitivas/restrictivas. En este terreno, un reciente estudio, llevado a cabo por investigadores de las Univerisdades de Australia del Sur y de Flinders (Australia) se marcó como objetivo probar y validar la viabilidad del electrorretinograma (ERG) como biomarcador potencial para facilitar el diagnóstico de TEA. El ERG es una prueba de diagnóstico que mide la actividad eléctrica de la retina en respuesta a un estímulo luminoso.

El descubrimiento de biomarcadores en el TEA se ha mostrado prometedor, y los movimientos oculares están ganando atención en este espacio como el indicador más prometedor de este trastorno, en la primera infancia

Al medir las respuestas retinianas de 217 niños de entre 5 y 16 años (71 con diagnóstico de TEA y 146 niños sin diagnóstico de TEA), los investigadores encontraron que la retina generaba una respuesta retiniana diferente en los niños con TEA en comparación con aquellos que eran neurotípicos.

El equipo investigador también halló que el biomarcador más potente se lograba con un único destello de luz brillante en el ojo derecho, y el procesamiento de inteligencia artificial reducía significativamente el tiempo de prueba.

"Dado que el ojo está conectado al cerebro, explorarlo para comprender el cerebro nos permite aprender más sobre cómo se desarrolla este en personas con TEA", indicó el investigador de la Universidad de Flinders y responsable del proyecto, el Dr. Paul Constable.

"Las intervenciones tempranas y el apoyo adecuado pueden ayudar a los niños con TEA a mejorar su calidad de vida, pero en este momento no existe una ´prueba´ sencilla para su detección, lo que significa que las personas a menudo requieren evaluaciones e informes psicológicos prolongados para obtener un diagnóstico adecuado", expuso, por su parte, el investigador Dr. Fernando Marmolejo-Ramos. "Esta prueba es mucho más rápida. Al utilizar la unidad de prueba de electrorretinograma RETeval, podemos recopilar datos y completar una prueba de detección de autismo, todo en tan solo 10 minutos. De esta forma, se podría disponer de un método mejorado para el diagnóstico de esta patología".

Según los responsables de este trabajo, "el estudio demuestra el prometedor potencial de analizar las respuestas de la retina utilizando técnicas avanzadas de procesamiento de señales y aprendizaje automático para ayudar en la identificación de condiciones del desarrollo neurológico como el trastorno del espectro autista. Con más investigación y desarrollo tecnológico, estos métodos analíticos podrían convertirse en herramientas prácticas para ayudar a detectar y diagnosticar con precisión y eficiencia el TEA y los trastornos relacionados", concluyeron.

Publicidad
Publicidad