Un metanálisis realizado sobre 24 ensayos clínicos y más de 1500 pacientes con diabetes de tipo 2 señala que exenatida y liraglutida, ambos agonistas del receptor del péptido GLP-1, ofrecen beneficio, no sólo en el control de la glucemia, el peso corporal, la función hepática y la resistencia a la ...
Un metanálisis realizado sobre 24 ensayos clínicos y más de 1500 pacientes con diabetes de tipo 2 señala que exenatida y liraglutida, ambos agonistas del receptor del péptido GLP-1, ofrecen beneficio, no sólo en el control de la glucemia, el peso corporal, la función hepática y la resistencia a la insulina, sino también en la reducción del hígado graso, la causa más frecuente de enfermedad hepática crónica en todo el mundo. De los resultados del estudio se desprende, además, que exenatida podría ser más eficaz que liraglutida en la reducción de la hemoglobina glucosilada y de los niveles circulantes de alanina-aminotransferasa, un reconocido marcador de daño hepático.
Haining Fan, científico de la Universidad de Qinghai y co-director del estudio, afirma que el efecto de cualquiera de los dos fármacos sobre la grasa hepática fue superior al de la metformina, la insulina glargina, la pioglitazona o la tofogliflozina. La superioridad de ambos fármacos también se manifestó en la reducción del perímetro de cintura, parámetro en el que la suplementación con ácidos grasos omega-3 ocupó la tercera posición en términos de eficacia, por delante del resto de fármacos examinados. Fan prosigue indicando que el hígado graso no alcohólico ocurre en hasta el 55% de los pacientes con diabetes de tipo 2, asociándose también a otras patologías, tales como el carcinoma hepatocelular y las enfermedad renales y cardiovasculares. La afectación hepática en este tipo de diabetes surge como consecuencia de la resistencia a la insulina, ocasionando una elevación en la concentración de los ácidos grasos circulantes y la consiguiente lipotoxicidad en el hígado, asegura el investigador. No obstante, la terapia de la patología hepática en la diabetes todavía se encuentra en una fase preliminar, según los autores, por lo que se requerirán ensayos adicionales, dirigidos a identificar tratamientos específicos.