En pleno pico de la temporada de virus respiratorios, los expertos han alertado de una subvariante Omicron altamente mutada del SARS-CoV-2, clasificada como JN.1, que se está propagando y contribuyendo al aumento de casos en todo el mundo. No en vano, alrededor del 68 por ciento de los casos actuales ...
En pleno pico de la temporada de virus respiratorios, los expertos han alertado de una subvariante Omicron altamente mutada del SARS-CoV-2, clasificada como JN.1, que se está propagando y contribuyendo al aumento de casos en todo el mundo. No en vano, alrededor del 68 por ciento de los casos actuales de COVID-19 se deben a sublinajes XBB y otros grupos como JN.1, según la coordinadora técnica de la COVID-19, de la OMS, Maria Van Kerkhove.
A finales de octubre, según la Asociación Médica Americana (AMA), JN.1 constituía menos del 0,1% de los virus SARS-CoV-2, mientras que BA.2.86 aumentó en prevalencia. Sin embargo, en estos momentos, BA.2.86 ha sido reemplazada por su ´pariente cercano´ JN.1, conocida popularmente como ´Pirola´, aunque según los CDC "solo hay un cambio entre JN.1 y BA.2.86 en la proteína de pico".
Si bien se informa que JN.1 es más transmisible que otras variantes circulantes, expertos consideran poco probable que esta subvariante alcance los niveles del primer brote de COVID-19 en 2020 o el de la variante Omicron. De hecho, aunque se observa un incremento de casos, no parece estar impulsando un aumento del número de hospitalizaciones.
No obstante, desde la Organización Mundial de la Salud se ha instado a los Estados miembros a continuar con una vigilancia estricta y el intercambio de secuencias para que se puedan tomar las medidas adecuadas.
Síntomas de JN.1 y BA.2.86
De acuerdo con la Asociación Médica Americana, hasta ahora no es posible concretar si JN.1 o BA.2.86 producen síntomas diferentes a los de otras subvariantes de Omicron o variantes de COVID-19.
Como se recuerda, por su parte desde la OMS, los síntomas comunes de otras variantes y subvariantes de COVID-19 incluyen: Tos, dolor de garganta, congestión, fiebre, rinorrea, estornudos, fatiga, dolor de cabeza y muscular y alteraciones del olfato. "En última instancia, los síntomas y su gravedad dependerán en parte de la inmunidad individual de cada persona a la vacunación y a una infección previa", según la AMA.
Se espera que las vacunas COVID-19 actualizadas aumenten la protección contra JN.1 y BA.2.86. Precisamente, sobre este tema se celebró una reciente reunión del Grupo Consultivo Técnico sobre la Composición de las Vacunas contra la COVID-19 para analizar la evolución genética y antigénica del SARS-CoV-2, los resultados obtenidos con las vacunas autorizadas actualmente contra las variantes circulantes y los posibles cambios en la composición antigénica de las vacunas.