Los resultados de un ensayo de fase II en pacientes con carcinoma nasofaríngeo indican que anlotinib, un inhibidor de las tirosín-quinasas, ofrece potencial como terapia de tercera línea o ulterior en pacientes en los que la enfermedad progresa o recurre, a pesar de haber recibido varios tratamientos. Los investigadores del ...
Los resultados de un ensayo de fase II en pacientes con carcinoma nasofaríngeo indican que anlotinib, un inhibidor de las tirosín-quinasas, ofrece potencial como terapia de tercera línea o ulterior en pacientes en los que la enfermedad progresa o recurre, a pesar de haber recibido varios tratamientos. Los investigadores del estudio registraron respuesta parcial y enfermedad estable en 8 y 20 pacientes, respectivamente, con una tasa de control de la enfermedad próxima al 72%. Casi el 60% siguió con vida a los 12 meses, alcanzándose una mediana de supervivencia libre de progresión de casi 6 meses. Qingqing Cai, científica de la Universidad Sun Yat-Sen y directora del estudio, afirma que los efectos adversos más frecuentes fueron el síndrome de manos y pies, hipertiroidismo, hipertensión, mucositis oral y elevaciones del colesterol circulante. Algunos de estos efectos fueron de grado superior a 2, ocasionando una reducción de la dosis de anlotinib en el 50% de los pacientes y el abandono del ensayo en el 10%. Aunque no hubo letalidades asociadas al tratamiento, dos pacientes desarrollaron necrosis faríngea, señala Cai.
La investigadora prosigue indicando que las mejores tasas de respuesta fueron observadas en los pacientes que previamente habían recibido inmunoterapia con agentes anti-PD-1. En este grupo la duración de la respuesta también fue mayor, asegura Cai. La respuesta se vio influenciada, además, por los niveles basales de ADN del virus de Epstein-Barr, así como por la estabilización o reducción de los mismos después del primer ciclo de tratamiento. Los autores señalan que hasta el 15% de los pacientes con carcinoma nasofaríngeo reciben la diagnosis cuando ya presentan metástasis primarias. Aunque el régimen basado en cisplatino y gemcitabina es el recomendado como primera línea de terapia, la recurrencia local y las metástasis distantes ocurren en hasta el 30% de los casos, sin que existan tratamiento recomendados para líneas ulteriores. El actual estudio sería el primero en establecer la eficacia de anlotinib en pacientes con este tipo de cáncer que han agotado sus opciones de tratamiento, concluyen los investigadores.