Exploran un potencial nuevo tratamiento en el cáncer de hígado
Su actividad en un modelo preclínico sugiere que evitar la reprogramación metabólica inducida por la hipoxia limita la viabilidad de las células tumorales.
Investigadores japoneses han diseñado un régimen experimental de tratamiento del carcinoma hepatocelular, basado en la administración conjunta de ácido palmítico, L-carnitina y lificiguat, un antitumoral conocido por su capacidad de inhibir la expresión del factor inducible por hipoxia (HIF-1). En ratones portadores de hepatoblastoma humano la terapia de combinación diaria ...
Investigadores japoneses han diseñado un régimen experimental de tratamiento del carcinoma hepatocelular, basado en la administración conjunta de ácido palmítico, L-carnitina y lificiguat, un antitumoral conocido por su capacidad de inhibir la expresión del factor inducible por hipoxia (HIF-1). En ratones portadores de hepatoblastoma humano la terapia de combinación diaria fue manifiestamente más eficaz que cada uno de sus componentes por separado, en la reducción del crecimiento tumoral. Los tumores de estos animales también mostraron mayor nivel de activación de la caspasa-3, enzima esencial en la orquestación de la apoptosis, o muerte celular programada.
Así lo afirma Hirokazu Noshiro, científico de la Universidad de Saga y coautor del estudio, quien prosigue indicando que a los 18 días de tratamiento no hubo pérdida de peso corporal ni deposición hepática de grasas, manteniéndose la glucemia de los animales dentro de la normalidad, lo que atestiguaría la seguridad de la terapia. Ésta ha sido dirigida al mecanismo de adaptación a la hipoxia de las células tumorales, el cual propicia la recurrencia del cáncer, asegura el investigador. Noshiro señala que estudios recientes han demostrado que el HIF-1 regula la acumulación de lípidos en las células tumorales hipóxicas. Dado que el ácido palmítico puede inducir apoptosis en células tumorales hepáticas in vitro, sólo en condiciones de hipoxia, era plausible teorizar que la combinación utilizada en el estudio resultara en potente toxicidad frente a estas células, sin afectar a las normóxicas, según los autores. La adición de L-carnitina al régimen de tratamiento permite que las células sanan puedan aprovechar para su propio metabolismo los ácidos grasos liberados por las células apoptóticas, concluyen los científicos.
