Las hemorragias subdurales son pérdidas de sangre de vasos sanguíneos que ocurren en la superficie externa del cerebro debajo de su membrana de cobertura más grande, conocida como duramadre. Se conocen como hematomas subdurales y pueden ejercer una presión peligrosa sobre el cerebro. Por lo general, requieren extirpación quirúrgica. Debido ...
Las hemorragias subdurales son pérdidas de sangre de vasos sanguíneos que ocurren en la superficie externa del cerebro debajo de su membrana de cobertura más grande, conocida como duramadre. Se conocen como hematomas subdurales y pueden ejercer una presión peligrosa sobre el cerebro. Por lo general, requieren extirpación quirúrgica. Debido al envejecimiento de la población, este tipo de hemorragias está en camino de convertirse en el motivo más común de cirugía cerebral entre pacientes adultos.
En concreto, y según un reciente estudio realizado por investigadores de Weill Cornell Medicine, NewYork-Presbyterian y la Facultad de Medicina de Yale (EEUU), se ha podido comprobar que pacientes con depósitos de amiloide en los vasos cerebrales, que se conoce como angiopatía amiloide cerebral (CAA), tenían al menos cinco veces más probabilidades de experimentar hemorragias subdurales, en comparación con los pacientes sin CAA. De hecho, una quinta parte de los pacientes con hemorragias cerebrales CAA también tienen hemorragias subdurales coexistentes. Además, existe cierta evidencia de que las hemorragias subdurales son más comunes cuando los signos de CAA son más prominentes en las resonancias magnéticas cerebrales.
Un fenómeno clínico a analizar
Para el estudio, publicado en `JAMA Neurology´, los investigadores analizaron dos grandes cohortes poblacionales que cubrían a más de 600.000 participantes en el Reino Unido y Estados Unidos. Descubrieron que las personas con depósitos de amiloide en los vasos cerebrales, una afección llamada angiopatía amiloide cerebral (CAA), tenían al menos cinco veces más probabilidades de experimentar hemorragias subdurales, en comparación con los pacientes sin CAA.
Aunque el CAA puede desencadenar hemorragia en cualquiera de los vasos donde se encuentra, los neurólogos generalmente han considerado la hemorragia subdural como un fenómeno clínico separado, inducido principalmente por tensiones mecánicas en los vasos debido a la contracción del cerebro relacionada con la edad.
"En la actualidad, no suelen considerarse las hemorragias subdurales aisladas como parte del espectro de la angiopatía amiloide cerebral", afirmó el coautor principal del estudio, el Dr. Santosh Murthy, profesor asociado de neurología en Weill Cornell Medicine y jefe asociado del división de cuidados neurocríticos del Centro Médico New York-Presbyterian/Weill Cornell. "Si se establece este vínculo, los médicos comenzarán a detectar y evaluar a los pacientes con hemorragia subdural para detectar CAA subyacente, lo que sería un cambio de paradigma importante y podría conducir a una mejor atención y mejores resultados", agregó.
No obstante, los autores advirtieron también que el aparente vínculo estadístico no implica, en sí mismo, que la CAA cause hemorragias subdurales, aunque contribuye a fomenta una mayor investigación.
Actualmente no existen tratamientos específicos para CAA. Es posible que las terapias antiamiloide, que recientemente han sido aprobadas para su uso en la enfermedad de Alzheimer, se prueben en pacientes con CAA en el futuro.
En principio, según el Dr. Murthy, "la detección de CAA en pacientes con hemorragia subdural podría impulsar que muchos pacientes pudieran beneficiarse de dichos tratamientos cuando estén disponibles".