Las personas con parálisis cerebral tienen un riesgo tres veces mayor de morir por enfermedad cardiovascular, en comparación con la población general, una estadística que, al parecer no ha variado en 30 años. Se trata de la discapacidad física más común en la infancia y en ello se ha centrado ...
Las personas con parálisis cerebral tienen un riesgo tres veces mayor de morir por enfermedad cardiovascular, en comparación con la población general, una estadística que, al parecer no ha variado en 30 años. Se trata de la discapacidad física más común en la infancia y en ello se ha centrado un estudio dirigido por la Universidad de Queensland (Australia), enfocado a potenciar la calidad de vida de los afectados mediante el ejercicio físico.
El trabajo se ha puesto en marcha en colaboración con la Universidad de Sydney, la Universidad Católica Australiana, la Universidad Curtin, el Hospital Infantil de Queensland, la Red de Hospitales Infantiles de Sydney y la Fundación Healthy Strides.
Para el trabajo se reclutaron a jóvenes de entre 8 y 21 años que participaron en una prueba aleatoria de ´Frame Running´ de 12 semanas. Se trata de un nuevo evento paraatlético que utiliza un marco de soporte especialmente diseñado con tres ruedas. Permite al usuario correr libremente utilizando la potencia de sus piernas. Es un deporte que se prevé incluir en los Juegos Paralímpicos de Brisbane 2032".
Mejor condición cardiovascular
Los niños participantes informaron de mejoras significativas en la aptitud cardiovascular y la movilidad después de participar en el proyecto. El participante puede desarrollar una mejor condición cardiovascular, composición corporal, fuerza funcional, capacidad motora gruesa y mejores habilidades para participar en deportes.
"Las mejoras que hemos encontrado hasta ahora en el ensayo clínico han sido realmente interesantes y abarcan diferentes áreas de la salud y el bienestar", afirmó la Dra. Sarah Reedman, investigadora del Centro de Investigación de Rehabilitación y Parálisis Cerebral de la Universidad de Queensland. "Hemos visto que los atletas no sólo pueden correr durante más tiempo, sino que su frecuencia cardíaca también vuelve a la normalidad más rápidamente, lo cual es importante porque demuestra que su corazón está sano", agregó.
De ahí que el ejercicio de alta intensidad puede ser una experiencia nueva para las personas con grandes necesidades de apoyo, partiendo de que la actividad física suele ser inaccesible para ellos. "Descubrimos que los participantes podían caminar más rápido, lo que demuestra que podríamos mejorar potencialmente la eficiencia del movimiento", concluyó la Dra. Reedman.
(Imagen: Universidad de Queensland)