Aunque se han logrado avances sustanciales con respecto a los mecanismos básicos de la migraña, un obstáculo que se viene arrastrando ha sido la ausencia de biomarcadores que determinen el fenotipo de la enfermedad, el curso clínico o la respuesta a tratamientos individuales. Si bien los pacientes con migrañas, a menudo, ...
Aunque se han logrado avances sustanciales con respecto a los mecanismos básicos de la migraña, un obstáculo que se viene arrastrando ha sido la ausencia de biomarcadores que determinen el fenotipo de la enfermedad, el curso clínico o la respuesta a tratamientos individuales.
Si bien los pacientes con migrañas, a menudo, experimentan síntomas como dolor alrededor del ojo, sensibilidad a la luz, puntos ciegos y visión borrosa, los mecanismos detrás de esos síntomas no se han entendido bien, hasta ahora, cuando un estudio reciente, llevado a cabo por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de California (UCLA) (EEUU), encontró que los cambios en el flujo sanguíneo en la retina podrían explicar por qué algunos pacientes con migraña experimentan síntomas visuales.
Para el estudio, publicado en ´The Journal of Head and Face Pain´, y dirigido por la ex instructora clínica del Departamento de Neurología de UCLA, la Dra. Katherine Podraza (ahora del Hartford Healthcare Headache Center), se utilizó una técnica de imágenes no invasiva, conocida como angiografía por tomografía de coherencia óptica u OCTA, para visualizar cambios en los vasos sanguíneos de la retina de pacientes con migraña tanto durante como entre ataques de migraña. Las imágenes se realizaron en 37 pacientes con migraña con síntomas de aura, 30 pacientes con migraña sin síntomas de aura y 20 pacientes sanos para un grupo de control.
Los investigadores encontraron que el flujo sanguíneo disminuye en la retina durante los ataques de migraña tanto en pacientes con migraña con como sin síntomas de aura. Sin embargo, se encontró que los pacientes con síntomas de aura tenían un flujo sanguíneo menor en ciertas áreas de la retina en comparación con los pacientes sin síntomas de aura. Además, el flujo sanguíneo asimétrico en las retinas también se correlacionó con el lado de la cabeza en el que los pacientes con migraña experimentaban dolor.
Los resultados indican que los cambios en la perfusión retiniana podrían ser parte de la fisiopatología de la migraña, y que las distintas firmas vasculares retinianas identificadas con OCTA podrían representar biomarcadores de la migraña.