La cirugía bariátrica es la piedra angular del tratamiento de la obesidad grave. Permite cambiar el tamaño y la estructura del sistema digestivo, limitando la cantidad de comida que los pacientes pueden ingerir y la absorción de nutrientes, pero conlleva también posibles riesgos para la salud al altera la composición ...
La cirugía bariátrica es la piedra angular del tratamiento de la obesidad grave. Permite cambiar el tamaño y la estructura del sistema digestivo, limitando la cantidad de comida que los pacientes pueden ingerir y la absorción de nutrientes, pero conlleva también posibles riesgos para la salud al altera la composición y función de la microbiota intestinal.
Los investigadores han tratado de comprender estos cambios bioquímicos adicionales, sin embargo, los estudios sobre cambios relacionados con la microbiota que podrían aprovecharse como terapias ampliamente efectivas se han visto obstaculizados por grandes diferencias en la microbiota intestinal entre los individuos.
Al respecto, un estudio preclínico realizado por la Universidad de Toronto podría servir cómo solución a ese problema mediante trasplantes de materia fecal emparejados. El equipo de Toronto transfirió materia fecal de cuatro personas a ratones, antes y después de que los participantes humanos se sometieran a una cirugía bariátrica. El equipo alimentó a ambos grupos de ratones con la misma dieta occidental rica en grasas en una instalación libre de gérmenes y luego observó los efectos durante varias semanas.
Microbioma y metabolismo
Los ratones que recibieron el trasplante posquirúrgico mostraron un control del azúcar en sangre y una sensibilidad a la insulina mucho mejores que los receptores previos a la cirugía, lo que sugiere un papel importante del microbioma en la mejora del metabolismo, a pesar de que no hubo cambios en el peso corporal.
"Sabemos que el microbioma contribuye a las mejoras metabólicas después de la cirugía bariátrica, pero sabemos muy poco sobre cómo se lleva a cabo", explicó la Dra. Johane Allard, médico clínico de University Health Network y profesora de la Facultad de Medicina Temerty de la U of T. "Recientemente hemos demostrado que, sin otros cambios, el microbioma alterado influye en ese resultado e identificamos mecanismos potenciales".
Además, el equipo halló marcadores bioquímicos y transcripcionales de inflamación reducida en la grasa blanca de ratones postoperados, otro signo de mejora de la salud metabólica. Para buscar cambios relacionados con la microbiota que pudieran explicar todas estas mejoras metabólicas, estudiaron y compararon metabolitos en muestras de heces de ratones antes y después de la cirugía.
Estos expertos encontraron incrementos en los metabolitos del triptófano, ácidos grasos de cadena corta y acilcarnitinas, y disminuciones en los aminoácidos, el ácido orgánico y el ácido láctico, todos correlacionados con una mejor salud metabólica. Esos cambios fueron consistentes en todos los ratones posoperados, a pesar de las variaciones en los constituyentes de su microbiota y en la microbiota de los cuatro pacientes.
"Ahora pensamos que las terapias basadas en microbiomas que inducen la combinación adecuada de metabolitos, como prebióticos y probióticos, cambios en la dieta y trasplantes de materia fecal, podrían ser una terapia eficaz para mejorar el metabolismo y la pérdida de peso", señaló, en este sentido, Jitender Yadav, investigador postdoctoral en el laboratorio Philpott y coautor del estudio.
Una de las conclusiones destacadas por los investigadores es que "la cantidad y el tipo de bacteria no siempre importan. Son los metabolitos que producen y que se absorben posteriormente los que pueden influir en la salud", concluyeron.