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La obesidad aumenta la probabilidad de tener una afección sanguínea benigna que a menudo precede al mieloma múltiple

Las personas con obesidad tienen más probabilidades de tener gammapatía monoclonal de significado indeterminado, una afección sanguínea benigna que a menudo precede al mieloma múltiple.

15/01/2024

Una nueva investigación de la Sociedad Americana de Hematología publicada en ´Blood Advances´ afirma que las personas con obesidad tienen más probabilidades de tener gammapatía monoclonal de significado indeterminado (GMSI), una afección sanguínea benigna que a menudo precede al mieloma múltiple (MM). "Si bien se han logrado avances significativos en la ...

Una nueva investigación de la Sociedad Americana de Hematología publicada en ´Blood Advances´ afirma que las personas con obesidad tienen más probabilidades de tener gammapatía monoclonal de significado indeterminado (GMSI), una afección sanguínea benigna que a menudo precede al mieloma múltiple (MM).

"Si bien se han logrado avances significativos en la terapéutica del mieloma múltiple, sigue siendo una enfermedad incurable, que a menudo se diagnostica después de que los pacientes ya han experimentado daño en el órgano terminal", explica David Lee, presidente de medicina interna en el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos).

Como afirma este trabajo, el MM está precedido por enfermedades premalignas, incluida la GMSI. "Nuestro grupo de investigación se centra en investigar los factores de riesgo y la etiología de la GMSI para comprender mejor quiénes pueden tener un mayor riesgo de desarrollar GMSI y su progresión a mieloma múltiple", añade el experto.

Los investigadores inscribieron a 2628 personas de todo Estados Unidos que tenían un riesgo elevado de desarrollar mieloma múltiple, según la raza autoidentificada y los antecedentes familiares de neoplasias hematológicas, entre febrero de 2019 y marzo de 2022. Los participantes fueron examinados para detectar GMSI, definida por la presencia de proteínas monoclonales en concentraciones séricas de 0,2 g/l o superiores. Los investigadores midieron la MGUS mediante espectrometría de masas, un método novedoso y muy sensible para identificar y cuantificar proteínas monoclonales en la sangre.

Después de controlar por edad, sexo, raza, educación e ingresos, el equipo descubrió que la obesidad se asociaba con un 73% más de probabilidades de tener GMSI, en comparación con las personas con peso normal. Esta asociación se mantuvo sin cambios cuando se tuvo en cuenta la actividad física.

Sin embargo, las personas muy activas (definidas como personas que hacen el equivalente a correr o trotar entre 45 y 60 minutos por día o más) tenían menos probabilidades de tener GMSI incluso después de ajustar por clase de IMC, mientras que aquellos que reportaron fumar mucho y dormir poco tenían más probabilidades de tener n niveles detectables de GMSI.

Las limitaciones del trabajo incluyen que se trata de un estudio transversal: una instantánea de cómo ciertas variables o características pueden relacionarse entre sí en un momento determinado. Si bien los investigadores encontraron una fuerte correlación entre la GMSI, la obesidad y los factores del estilo de vida, no tienen evidencia suficiente para suponer una causalidad.

En el futuro, los investigadores intentarán validar estos hallazgos en otras cohortes de estudio, incluidos individuos que sean seguidos longitudinalmente, para explorar más a fondo los mecanismos a través de los cuales la obesidad y otros factores de riesgo modificables podrían influir en el desarrollo y la progresión de la GMSI.

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