Un estudio del Centro Médico Cedars-Sinai (Estados Unidos) muestra que la terapia de activación conductual es tan eficaz como los medicamentos antidepresivos para el tratamiento de la depresión en pacientes con insuficiencia cardíaca.

"El hallazgo más importante es que los pacientes que experimentan depresión pueden elegir entre terapia o medicamentos en términos de su tratamiento", resume Waguih W. IsHak, vicepresidente de Educación e Investigación en el Departamento de Psiquiatría y Neurociencias del Comportamiento de Cedars- Sinaí y primer autor del estudio. "Los pacientes que prefieren no tomar medicamentos pueden realizar una terapia de activación conductual con resultados similares", señala.

Se trata de un dato relevante ya que estudios anteriores ya mostraron que los pacientes con insuficiencia cardíaca y depresión tienen una función cardíaca más baja, más visitas al departamento de emergencias y admisiones hospitalarias, una mayor carga para los cuidadores y una peor calidad de vida en comparación con los pacientes con insuficiencia cardíaca que no están deprimidos.

El estudio, que se publica en ´JAMA Network Open´, siguió a más de 400 pacientes en el transcurso de un año. La mitad de los participantes del estudio recibieron tratamiento con medicamentos antidepresivos para tratar los síntomas de depresión, mientras que la otra mitad participó en psicoterapia de activación conductual, un tratamiento para la depresión basado en evidencia que promueve la participación en actividades que el paciente encuentra agradables.

Los investigadores aclaran que no hubo diferencias estadísticamente significativas entre la efectividad de los dos métodos, y cada grupo de pacientes experimentó una reducción de más del 50% en la gravedad de los síntomas depresivos.

Sin embargo, destaca que los pacientes que recibieron intervención de psicoterapia mostraron una ligera mejoría en su calidad de vida relacionada con la salud física y mental, un resultado secundario monitoreado por el estudio. También tuvieron menos visitas al departamento de emergencias y pasaron menos días hospitalizados durante el transcurso del estudio en comparación con los pacientes que fueron asignados al azar para recibir medicamentos antidepresivos.

De esta forma, se concluye que integrar el tratamiento psicológico en la atención médica es una forma eficaz de reducir el estigma, aumentar el acceso y mejorar los resultados para las personas que luchan contra problemas de salud mental además de afecciones médicas crónicas.