Investigadores de Magdeburgo y Colonia (Alemania), así como científicos de la Universidad Heinrich-Heine de Düsseldorf y del Centro Alemán de Investigación de Infecciones, han descubierto nuevas opciones de tratamiento para las infecciones del torrente sanguíneo. Concretamente, el estudio, dirigido por el profesor Achim Kaasch, director del Instituto de Microbiología Médica e ...
Investigadores de Magdeburgo y Colonia (Alemania), así como científicos de la Universidad Heinrich-Heine de Düsseldorf y del Centro Alemán de Investigación de Infecciones, han descubierto nuevas opciones de tratamiento para las infecciones del torrente sanguíneo.
Concretamente, el estudio, dirigido por el profesor Achim Kaasch, director del Instituto de Microbiología Médica e Higiene Hospitalaria de la Universidad Otto von Guericke de Magdeburgo, y el profesor Harald Seifert, antiguo subdirector del Instituto de Microbiología Médica, Inmunología e Higiene del Hospital Universitario de Colonia, ha permitido obtener nuevos conocimientos decisivos sobre el tratamiento de las infecciones del torrente sanguíneo por el patógeno ´Staphylococcus aureus´ (SAB).
La investigación demuestra que, en pacientes con bajo riesgo de desarrollar complicaciones infecciosas, un cambio precoz a la terapia antibiótica oral es tan eficaz y seguro como continuar con el tratamiento estándar intravenoso. Este nuevo enfoque terapéutico facilita el tratamiento y acelera el alta hospitalaria de los pacientes.
La bacteria ´Staphylococcus aureus´ es uno de los patógenos más comunes en todo el mundo, que puede causar infecciones graves del torrente sanguíneo, también llamadas sepsis o envenenamiento de la sangre.
Se calcula que en Alemania enferman 30.000 personas al año solo por esta infección, y alrededor del 25 por ciento de los afectados fallecen en los tres primeros meses. "Si la SAB no se trata adecuadamente, existe un grave riesgo de que la infección se extienda a otras partes del cuerpo. Incluso después de un tratamiento exitoso, una infección puede tener a menudo un efecto negativo en el proceso de recuperación durante varios meses", ha apuntado el profesor Kaasch.
El tratamiento intravenoso estándar del SAB con antibióticos se lleva a cabo en el hospital durante al menos 14 días. El grupo de investigación se centró en la cuestión de si la terapia oral con pastillas es tan eficaz como el tratamiento intravenoso convencional en pacientes con SAB.
"Descubrimos que un cambio temprano a la terapia antibiótica oral después de 5 a 7 días de tratamiento intravenoso es tan seguro y eficaz como la terapia intravenosa estándar establecida", ha dicho Kaasch. No obstante, según el microbiólogo, es necesario evaluar cuidadosamente a los pacientes en busca de signos y síntomas para aclarar si ya existen complicaciones infecciosas. Solo si se excluyen estas puede considerarse la terapia de cambio oral.
Los resultados de este estudio pionero suponen un avance significativo en el tratamiento de las infecciones del torrente sanguíneo por ´Staphylococcus aureus´ y permiten albergar esperanzas de un mejor tratamiento para los pacientes de todo el mundo. "Con estos hallazgos, es posible simplificar el tratamiento y dar el alta a los pacientes más rápidamente", ha subrayado Kaasch.
En estudios posteriores, los científicos quieren investigar diversas cuestiones relacionadas con el diagnóstico y el tratamiento de la SAB. "La evaluación de un cambio a la terapia antibiótica oral tras el tratamiento intravenoso inicial es ahora particularmente relevante en pacientes con infecciones complicadas del torrente sanguíneo por ´Staphylococcus aureus´", ha explicado el profesor Seifert, del Hospital Universitario de Colonia e iniciador del estudio. "Todavía no hay hallazgos al respecto", ha comentado.
El estudio es un ensayo clínico multicéntrico, controlado y de no inferioridad. Se llevó a cabo en 31 centros de Alemania, Francia, los Países Bajos y España.
El objetivo de un estudio de este tipo es demostrar que un nuevo método de tratamiento consigue resultados equivalentes a la terapia estándar. En total, se recogieron datos de más de 5.000 pacientes. El estudio contó con 213 participantes, de los cuales 108 fueron asignados aleatoriamente al grupo oral y 105 al intravenoso.