Ministros de Salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre ellos Mónica García, además de países socios se han reunido estos días en París para hacer un repaso a las lecciones aprendidas de la crisis de COVID-19, los desafíos de políticas de salud que quedan por delante y las acciones necesarias para abordarlos.

Con motivo de la reunión del Comité de Salud a nivel ministerial se ha adoptado una Declaración que sienta las bases para la construcción de adecuadas políticas para sistemas de salud más resilientes . Como se destaca desde dicho Comité, la reunión ministerial se produce en un momento crucial para los sistemas sanitarios.

En este contexto, se ha incidido especialmente en que los sistemas de salud desarrollen formas de evaluar su resiliencia ante posibles nuevas amenazas. Ello se considera fundamental, independientemente de si el acontecimiento sanitario es causado por un agente externo, como un patógeno con potencial pandémico, otras amenazas biológicas, una guerra o desafíos más duraderos como el envejecimiento de la población y las amenazas ambientales.

Como se subraya desde la OCDE, la demanda de más y mejor atención médica continúa aumentando, impulsada por factores demográficos y niveles crecientes de enfermedades crónicas, mientras que los costos de la atención médica también están incrementándose. Es por ello que se insiste en la necesidad para invertir más en salud y hacer que los sistemas sanitarios sean más resilientes.

Alcance de la Declaración

El documento firmado por los líderes sanitarios traza una ruta sobre cómo los sistemas de salud deberían evolucionar para ser más resilientes y de alto rendimiento, identificando puntos clave a desarrollar, así como áreas de políticas donde hay oportunidades para el cambio y cómo la OCDE puede apoyar su liderazgo para abordar estas cuestiones.

Los firmantes de la Declaración de París-2024 asumen, fundamentalmente, cuatro pilares bien detallados en el documento:

El primer pilar para construir sistemas de salud más resilientes se centra en acciones para fortalecer la resiliencia de los sistemas de salud ante futuras crisis. En el marco de este pilar, los adherentes también acogen con satisfacción el renovado Marco de Evaluación del Desempeño del Sistema de Salud de la OCDE.

El segundo pilar sobre innovación innovadora centrada en las personas se centra en la iniciativa de Encuestas de Indicadores Informados por los Pacientes (PaRIS) de la OCDE, que recopila datos informados por los pacientes sobre la experiencia y los resultados de la atención sanitaria y otras innovaciones como la inteligencia artificial, la genómica y la genética, que puede mejorar la respuesta a crisis futuras.

El tercer pilar sobre poblaciones más saludables refleja cómo las personas con problemas de salud subyacentes se ven desproporcionadamente afectadas por las crisis, incluida la pandemia de COVID-19.

El cuarto pilar sobre una mejor inteligencia de los sistemas de salud se vincula con la resiliencia, ya que la disponibilidad de tiempo real confiable es un factor limitante en las primeras etapas de la respuesta a la pandemia de COVID-19 y los datos de salud son esenciales para impulsar sistemas de salud de alto rendimiento centrados en las personas. del futuro.

Según se subraya desde la OCDE, estos cuatro pilares están interconectados, en el sentido de que muchas cuestiones contenidas en un pilar también son relevantes para los otros restantes y las áreas cubiertas por cada pilar se complementan entre sí para lograr sistemas de salud más resilientes, que fue el tema general de la reunión ministerial.