Un ensayo clínico realizado en China en colaboración con investigadores de Mass Eye and Ear (Estados Unidos) logró la recuperación de la audición en personas que padecen un tipo de sordera hereditaria, DFNB9. Los resultados del trabajo, publicados en ´The Lancet´ demuestran que la nueva terapia genética es un tratamiento ...
Un ensayo clínico realizado en China en colaboración con investigadores de Mass Eye and Ear (Estados Unidos) logró la recuperación de la audición en personas que padecen un tipo de sordera hereditaria, DFNB9. Los resultados del trabajo, publicados en ´The Lancet´ demuestran que la nueva terapia genética es un tratamiento eficaz para pacientes con una forma específica de sordera autosómica recesiva causada por mutaciones del OTOF (otoferlina), llamado DFNB9.
Con su primer paciente tratado en diciembre de 2022, esta investigación representa el primer ensayo clínico en humanos que administra terapia génica para tratar esta afección, con la mayor cantidad de pacientes tratados y el seguimiento más largo hasta la fecha.
Para probar este novedoso tratamiento, se observó a seis niños con DFNB9 durante un período de 26 semanas en el Hospital Oftalmológico y Otorrinolaringólogo de la Universidad de Fudan. Los colaboradores de Mass Eye and Ear utilizaron un virus adenoasociado (AAV) que porta una versión del gen OTOF humano para introducir cuidadosamente el gen en los oídos internos de los pacientes mediante un procedimiento quirúrgico especial. Se utilizaron diferentes dosis de una única inyección del vector viral.
Los seis niños del estudio tenían sordera total, como lo indica un umbral promedio de respuesta auditiva del tronco encefálico (ABR) de más de 95 decibeles. Después de 26 semanas, cinco niños demostraron recuperación auditiva, mostrando una reducción de 40 a 57 decibelios en las pruebas ABR, mejoras dramáticas en la percepción del habla y la capacidad restaurada para mantener una conversación normal.
En general, no se observó toxicidad limitante de la dosis. Durante el seguimiento de los pacientes se observaron 48 eventos adversos, siendo una importante mayoría (96%) de bajo grado y el resto transitorios sin impacto a largo plazo.
Este estudio proporciona evidencia sobre la seguridad y eficacia de las terapias genéticas en el tratamiento de DFNB9, así como su potencial para otras formas de pérdida auditiva genética. Además, los resultados contribuyen a comprender la seguridad de la inserción de AAV en el oído interno humano.
El trabajo concluye recordando que, si los niños no pueden oír, sus cerebros pueden desarrollarse anormalmente sin intervención. La pérdida de audición afecta a más de 1.500 millones de personas en todo el mundo, y la sordera congénita representa alrededor de 26 millones de esas personas. En el caso de la pérdida auditiva en niños, más del 60 por ciento se debe a razones genéticas.
DFNB9, por ejemplo, es una enfermedad hereditaria causada por mutaciones del gen OTOF y una falla en la producción de una proteína otoferlina funcional, necesaria para la transmisión de señales sonoras desde el oído al cerebro. Actualmente no existen medicamentos aprobados por la FDA para ayudar con la sordera hereditaria, lo que ha abierto la puerta a nuevas soluciones como las terapias genéticas.