El paulatino incremento de las temperaturas a lo largo del tiempo podría afectar a la salud mental de la población según sugiere un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de Harvard, en colaboración con las Universidades de Chicago y de Oxford. "Si bien investigaciones anteriores se habían centrado ...
El paulatino incremento de las temperaturas a lo largo del tiempo podría afectar a la salud mental de la población según sugiere un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de Harvard, en colaboración con las Universidades de Chicago y de Oxford.
"Si bien investigaciones anteriores se habían centrado en el impacto de los desastres del cambio climático a corto plazo, este estudio, publicado en ´Nature Mental Health´ ofrece un alcance más amplio", según Christy A. Denckla, profesora asistente de la Escuela de Salud Pública TH Chan y coautora del trabajo junto con Kate Burrows, profesora asistente de la Universidad de Chicago.
Para estas investigadoras, la prioridad de investigación más urgente es comprender los mecanismos a través de los cuales aspectos del cambio climático, como la variabilidad de la temperatura, las modificaen los ecosistemas y los cambios en las precipitaciones, afectan la salud mental. "Este es el primer paso para comprender cuándo y dónde debemos intervenir con prevención, atención médica y respuestas políticas", señaló la prof. Denckla.
Variedad de resultados de salud mental
El estudio encontró pruebas sólidas de que el aumento paulatino de la temperatura ambiente a lo largo del tiempo estaba asociado con una variedad de resultados de salud mental, incluidos el suicidio y la depresión.
Para abordar los efectos del cambio climático en la salud mental, la prof. Denckla hizo hincapié en mitigar las disparidades en la salud pública "será una de las intervenciones y factores más importantes a considerar al abordar la asociación entre la salud mental y el cambio climático".
Desde su punto de vista, "necesitamos documentar urgentemente los efectos del cambio climático en ciertas poblaciones, incluidos los adolescentes y los niños, las comunidades indígenas, los migrantes desplazados, los grupos económicamente marginados y las naciones y regiones que se encuentran en la primera línea de la crisis climática, como África y los países más vulnerables al clima. extremos", explicó dicha investigadora.
Para ayudar a comprender la diversidad de formas en que el cambio climático crónico puede afectar la salud mental de las personas, estas investigadoras proponen diseñar estudios que utilicen entrevistas o datos narrativos para capturar experiencias vividas. "También son prometedores los estudios que modelan conjuntos de datos grandes y complejos que integran la salud mental, la geografía y las características del entorno natural, como la temperatura del aire ambiente", concluyó la prof. Denckla.