La expansión del campo de la robótica está contribuyendo, cada vez más, a transformar parte de la atención sanitaria, sin embargo, a medida que proliferan los robots quirúrgicos, se deben establecer métodos de evaluación reflexivos y sólidos, según han defendido expertos de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Dirigido por el ...
La expansión del campo de la robótica está contribuyendo, cada vez más, a transformar parte de la atención sanitaria, sin embargo, a medida que proliferan los robots quirúrgicos, se deben establecer métodos de evaluación reflexivos y sólidos, según han defendido expertos de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Dirigido por el prof. Peter McCulloch, del Departamento de Ciencias Quirúrgicas de Nuffield, de la Universidad de Oxford, Hani Marcus, del Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía y el Instituto de Neurología Queen Square de la UCL, y el Dr. Pedro Ramírez, del Centro de Cáncer Neal del Hospital Metodista de Houston, estos expertos han elaborado un trabajo, publicado en ´Nature Medicine´ en el que se abordan algunos de los principales desafíos que presentan estas nuevas tecnologías, a través de cuatro perspectivas clave: el dispositivo en sí, el médico que utiliza el robot, el paciente que recibe el tratamiento y el sistema de salud al que pertenecen. "El trabajo reúne perspectivas clave para mejorar la forma en que se evalúan los robots quirúrgicos", afirmó el profesor McCulloch.
Nuevos enfoques
Desde la perspectiva de los dispositivos, el equipo defiende que la integración de la inteligencia artificial y la creciente autonomía de los sistemas robóticos plantean desafíos particulares. Es poco probable que los métodos de evaluación actuales sigan el ritmo de estos sistemas en rápida evolución, que requieren enfoques nuevos e innovadores.
Con respecto a los médicos, las afirmaciones sobre sus beneficios ergonómicos requieren validación y se deben considerar las curvas de aprendizaje asociadas con su uso seguro.
En cuanto a los pacientes, se introducen nuevos desafíos éticos relacionados con el consentimiento informado y la responsabilidad, entre otras cuestiones que incluyen la aceptabilidad del paciente y la confianza en los sistemas autónomos.
Al pensar en los sistemas de salud, los autores consideran que es necesario tener en cuenta el costo financiero. Los robots son costosos, lo que significa que se debe justificar la inversión de recursos escasos.
También existen preocupaciones sobre su huella de carbono o su impacto ambiental, lo que significa que esto debería medirse. "Ambos ejemplos resaltan por qué los robots deben considerarse en el contexto de necesidades sanitarias globales más amplias", concluyen.