A pesar de los importantes avances en la investigación, la educación, la práctica clínica y los programas comunitarios, la supervivencia al paro cardíaco sigue siendo, actualmente, baja, según considera la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) que este año celebra su centenario. Dicha sociedad científica ha ...
A pesar de los importantes avances en la investigación, la educación, la práctica clínica y los programas comunitarios, la supervivencia al paro cardíaco sigue siendo, actualmente, baja, según considera la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) que este año celebra su centenario. Dicha sociedad científica ha difundido una serie de objetivos que se deben alcanzar o superar para 2030 para mejorar la atención al paro cardíaco en todas las personas. Con ello pretende duplicar la supervivencia al 20% de estos casos.
Los nuevos objetivos a 10 años, difundidos a través de la publicación oficial de la AHA, `Circulatión´ pueden lograrse, según esta Sociedad Científica, aumentando la tasa de reanimación cardiopulmonar (RCP) por parte de transeúntes a más del 50 % e incrementando la frecuencia del uso de la desfibrilación (DEA) antes de que acudan los servicios de emergencia.
Salvar vidas es el objetivo
Actualmente, el 90% de las personas que sufren un paro cardíaco fuera de un hospital no logran sobrevivir, en parte, según la AHA porque no reciben RCP más de la mitad de las veces. Para salvar más vidas hay que incrementar el uso de la RCP de alta calidad y utilizar un DEA lo antes posible.
"Esperamos que estos objetivos sirvan como una hoja de ruta aspiracional y alcanzable para mejorar la salud del corazón y mejores tasas de supervivencia en todas las comunidades y para todas las personas", según expuso la Dra. Raina M. Merchant, presidenta voluntaria de la Asociación Americana del Corazón. comité de redacción de la declaración y profesora de medicina de emergencia en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EEUU).
Los objetivos centrados en la equidad también son clave para mejorar los resultados de supervivencia al paro cardíaco, con un enfoque específico en los grupos y comunidades con un nivel socioeconómico bajo.
Asimismo, desde la AHA, se aspira a que se establezca el paro cardíaco como una enfermedad de notificación obligatoria así como a ampliar las medidas para rastrear resultados más allá de la supervivencia.