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Nuevas claves sobre el trastorno del espectro de la placenta accreta

Un nuevo estudio puede cambiar la forma en que los médicos y científicos entienden, diagnostican y tratan el trastorno del espectro de la placenta accreta.

31/01/2024

Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California (Estados Unidos) puede cambiar la forma en que los médicos y científicos entienden, diagnostican y tratan el trastorno del espectro de la placenta accreta, una afección grave en la que la placenta no se separa del útero al nacer, ...

Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California (Estados Unidos) puede cambiar la forma en que los médicos y científicos entienden, diagnostican y tratan el trastorno del espectro de la placenta accreta, una afección grave en la que la placenta no se separa del útero al nacer, poniendo en peligro la vida y la salud tanto de la madre como del bebé.

Los resultados se publican en la ´Revista Estadounidense de Obstetricia y Ginecología´. Anteriormente, los investigadores creían que ciertas células placentarias demasiado invasivas, llamadas trofoblastos, eran responsables de mantener intacta la conexión.

Pero esta nueva investigación, que identifica cambios genéticos y celulares dentro de las células individuales donde se unen la placenta y el útero, cambia el enfoque hacia cómo el soporte estructural de los tejidos y los vasos sanguíneos del útero pueden causar una "pérdida de los límites normales" entre la placenta y el útero.

Para analizar los casos de trastornos del espectro placenta accreta (PAS), se utilizaron dos nuevas técnicas de análisis unicelular para crear un atlas de células involucradas en la placenta accreta para comprender mejor este trastorno cada vez más prevalente. De esta forma se reveló un subconjunto de genes expresados diferencialmente en el trastorno del espectro de la placenta accreta, que proporciona la base para el ´entorno permisivo´ para que la placenta se adhiera al revestimiento del útero.

El equipo de investigación realizó múltiples biopsias placentarias en 12 placentas (seis con trastorno PAS y seis controles) y realizó análisis de ARN unicelular en 31.406 células individuales. Los investigadores también aplicaron transcriptómica espacial a 36 regiones de interés: 12 en PAS adherentes, 12 en PAS no adherentes y 12 en controles. La transcriptómica espacial permite a los investigadores medir y mapear con precisión la actividad genética dentro de una sola muestra de tejido.

De esta forma, la investigación demostró que la decidua, la capa del revestimiento uterino que se forma durante el embarazo, y los vasos sanguíneos envían señales diferentes a la placenta cuando una persona embarazada tiene placenta accreta. Normalmente, la placenta, el órgano temporal que proporciona soporte al feto, se desprende después del nacimiento. En la placenta accreta, está demasiado apretada, lo que se convierte en la razón de muchas de las complicaciones maternas de la placenta accreta.

Los genes y las vías de señalización identificados van más allá de proporcionar una mejor comprensión del mecanismo de la enfermedad; pueden usarse como objetivos para ayudar a perfeccionar las pruebas de diagnóstico, rastrear la progresión de la enfermedad a lo largo del tiempo y descubrir terapias nuevas y más efectivas.

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