Se calcula que unos 31 millones de mujeres en todo el mundo pueden estar lidiando silenciosamente con el trastorno disfórico premenstrual (TDPM). La prevalencia del TDPM oscila entre el 1,8 % y el 5,8 % de las mujeres que menstrúan. Los síntomas de dicho trastorno ncluyen cambios de humor, tales ...
Se calcula que unos 31 millones de mujeres en todo el mundo pueden estar lidiando silenciosamente con el trastorno disfórico premenstrual (TDPM). La prevalencia del TDPM oscila entre el 1,8 % y el 5,8 % de las mujeres que menstrúan. Los síntomas de dicho trastorno ncluyen cambios de humor, tales como depresión y ansiedad, síntomas físicos, como sensibilidad en los senos y dolor en las articulaciones y problemas de memoria y cognitivos.
En este terreno, un equipo de investigadores dirigidos por el Dr. Thomas Reilly, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford hicieron una amplia revisión a estudios de todo el mundo para chequear los criterios de diagnóstico de la afección, publicada en ´Journal of Affective Disorders´.
´"Es probable que haya una subestimación de la prevalencia del TDPM a lo largo de la vida, y que muchas mujeres y niñas no sean diagnosticadas. Aun así, los datos revelan que hay una minoría significativa de mujeres con TDPM sintomático, fuertemente asociado con pensamientos suicidas", expuso el Dr. Reilly.
Mejorar el proceso diagnóstico
Los investigadores utilizaron datos de 50.659 mujeres participantes en 44 estudios en seis continentes. Se obtuvieron muestras de todo el mundo: siete de África, 19 de Asia, una de Australia, nueve de Europa, diez de América del Norte y tres de América del Sur.
Los autores hacen un llamamiento sobre la urgente necesidad de mejorar los procesos de diagnóstico, planes de tratamiento eficaces y sistemas sólidos de apoyo para lass afectadas. "Es vital que invirtamos en investigación integral y estrategias de salud pública para abordar y gestionar el TDPM, asegurando que estos millones de mujeres no enfrenten sus luchas en las sombras, sino con el pleno apoyo y comprensión de una sociedad que valora su salud como una prioridad", subrayó, al respecto, la prof. Clare Knox, psicóloga organizacional y coautora del trabajo.
Asimismo, a juicio de los investigadores se necesita "una mayor sensibilización y formación entre los profesionales sanitarios sobre esta enfermedad debilitante pero altamente tratable para que los pacientes puedan beneficiarse de un tratamiento y un apoyo eficaces y basados en pruebas", concluyó el Dr. Reilly.