El pediatra y especialista en trastornos del sueño en niños, Gonzalo Pin, ha alertado que el déficit de sueño, en horas y calidad, también sucede en la población infantil y juvenil, lo que supone un problema para los niños, ya que se encuentran en una etapa de crecimiento. "La población infanto-juvenil ...
El pediatra y especialista en trastornos del sueño en niños, Gonzalo Pin, ha alertado que el déficit de sueño, en horas y calidad, también sucede en la población infantil y juvenil, lo que supone un problema para los niños, ya que se encuentran en una etapa de crecimiento.
"La población infanto-juvenil necesitan dormir más horas porque se encuentran en una época de crecimiento físico, intelectual y emocional. Este déficit de sueño en esta población deja una importante huella en su salud cuando son adultos y en su desarrollo mental. El sueño cumple una función critica para el cuerpo, ya que restaura y elimina las toxinas de nuestro organismo y repara nuestros órganos. Uno de los riesgos asociados con esta población es el aumento de probabilidades de sufrir obesidad, presentando 2,23 veces más de riesgo de presentar sobrepeso u obesidad", ha asegurado Pin durante su intervención en la jornada ´España tiene sueño, un problema a resolver por la sociedad´.
En España, cuatro de cada diez menores de entre los 8 y 16 años, no cumplen con las recomendaciones de horas de sueño de lunes a viernes, una realidad que se acentúa sobre todo a los adolescentes, ya que más de la mitad de ellos duerme menos horas de las recomendadas. De esta forma, el 52 por ciento de los adolescentes van a clase con menos de 8 horas de sueño, lo que repercute en su rendimiento académico y en su capacidad de gestión afectiva y/o emocional.
Además, con la edad, el porcentaje de niños y adolescentes que duermen menos de lo recomendado va aumentando: de tercero de primaria a cuarto de la ESO se dedican 2 horas menos a dormir entre semana.
Esta situación se intenta revertir los fines y el 48 por ciento de la población infantil duerme más horas de las recomendadas, lo que es un indicador indirecto del déficit de sueño que sufren entre semana. Esto es lo que se conoce como el ´jetlag´ escolar, que hace que uno de cada tres escolares pueda presentar síntomas de somnolencia diurna y un cansancio que le impide desarrollar sus tareas y actividades con normalidad y en plenas condiciones.
"La falta de sueño restaurador también favorece un desarrollo irregular de la capacidad emocional, del crecimiento e incluso del sistema cognitivo del niño, por lo que pueden presentar síntomas que asemejan al déficit de atención con hiperactividad sin padecerlo. Un sueño inadecuado e insuficiente puede ocasionar otros problemas de salud como la hiperactividad, la impulsividad e incluso el bajo rendimiento académico, entre otros", ha explicado el especialista.
Esta falta de horas de sueño también puede provocar que "los niños tengan mayor riesgo de padecer enfermedades mentales, como ansiedad, depresión o abuso de sustancia. El 35 por ciento de las enfermedades mentales se inician antes de los 14 años. El cerebro y el cuerpo necesitan bajar las revoluciones", asegura el especialista.
Las consecuencias y comorbilidades del déficit de sueño
La jornada ´España tiene sueño, un problema a resolver por la sociedad´, organizada por la Alianza por el Sueño, el Foro Español de Pacientes (FEP) y la Asociación Española del Sueño (Asenarco), ha servido para concienciar socialmente sobre las consecuencias y comorbilidades que el déficit de sueño tiene y la importancia de fomentar hábitos de higiene de sueño una asignatura pendiente en España.
El insomnio crónico afecta a más de cinco millones y medio de personas en España, con unas importantes consecuencias tanto en salud física como mental. Y tiene un importante impacto en el día después y sobre la funcionalidad diurna acarreando números problemas sociales y económicos debidos principalmente a la somnolencia diurna, al cansancio, a la falta de concentración y otras funciones cognitivas como la atención y la memoria, lo que disminuye la productividad, incrementa el absentismo laboral y aumenta el riesgo de sufrir accidentes laborales y de tráfico.
"La evidencia científica ha identificado que la falta de sueño reparador sostenido es un factor de riesgo para la mortalidad y debemos tomárnoslo en serio, formando y sensibilizando a la población en establecer medidas de hábitos saludables con el sueño", ha explicado la coordinadora de Grupo de Trabajo, Económica y Empresa de la Alianza por el sueño e investigadora y coordinadora del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales en el Hospital de Castellón, Carmen Bellido Cambrón.
"No revertir esta mala tendencia que afecta a la calidad de sueño, y mantenerla a lo largo del tiempo, hasta padecer insomnio crónico, incrementa el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, como la hipertensión o el riesgo de enfermedades coronarias, trastornos metabólicos o endocrinos, como la diabetes u obesidad, así como alteraciones inmunológicas, que pueden provocar procesos inflamatorios o neoplásicos. También afecta a la salud mental, en forma de ansiedad y depresión, a la memoria, a los procesos cognitivos y al envejecimiento", ha finalizado Bellido.