Científicos de la Universidad Vanderbilt han creado una solución de poliestireno nanoparticulado (PN) capaz de disolver la hidroxiapatita del microambiente tumoral, en un efecto altamente específico que resulta en alcalosis aguda localizada, disminución del consumo de glucosa e inhibición de la proliferación celular. Una única inyección del PN redujo el ...
Científicos de la Universidad Vanderbilt han creado una solución de poliestireno nanoparticulado (PN) capaz de disolver la hidroxiapatita del microambiente tumoral, en un efecto altamente específico que resulta en alcalosis aguda localizada, disminución del consumo de glucosa e inhibición de la proliferación celular. Una única inyección del PN redujo el crecimiento tumoral en ratones portadores de tumores humanos de mama, obteniéndose resultados similares en otros tipos de cánceres sólidos, con pautas de administración variables, incluyendo la dosificación fraccionada a lo largo de 4 horas.
Mohammed Tantawy, director del estudio, afirma que esta última pauta previene el restablecimiento del pH extracelular después de la alcalosis inducida por la primera dosis, como se demostró en experimentos previos in vitro. Aun así, análisis adicionales demostraron que una única dosis de PN reduce un 75% la captación de glucosa por el tumor hasta 24 horas después. El investigador prosigue indicando que la hidroxiapatita, mineral originalmente identificado en huesos y dientes, es producida por ciertos tipos de células tumorales, formando cristales en la matriz extracelular, en un proceso que influencia el crecimiento canceroso. Notablemente, múltiples análisis con complejas técnicas demostraron que el PN carece de toxicidad sistémica, sin acumulación en ninguno de los principales órganos ni alteraciones en ninguno de los parámetros de la tomografía del hueso. En el tejido óseo, señala Tantawy, no hubo cambios discernibles ni en la mineralización ni en el crecimiento. Tampoco se detectaron alteraciones en los niveles circulantes de fósforo y calcio, a pesar de que el PN puede, potencialmente, alterar transitoria y localmente el equilibrio de este último mineral. Los científicos teorizan que este nuevo enfoque terapéutico podría ser especialmente efectivo en tumores sensibles a los cambios del pH extracelular.