Un equipo internacional de investigadores ha establecido el potencial de zanubrutinib, inhibidor de la quinasa Bruton (BTK), en el tratamiento de los desórdenes del espectro de la neuromielitis óptica, patología autoinmune caracterizada por la producción de autoanticuerpos dirigidos a la acuaporina-4. La administración intraperitoneal diaria del fármaco durante 5 días ...
Un equipo internacional de investigadores ha establecido el potencial de zanubrutinib, inhibidor de la quinasa Bruton (BTK), en el tratamiento de los desórdenes del espectro de la neuromielitis óptica, patología autoinmune caracterizada por la producción de autoanticuerpos dirigidos a la acuaporina-4. La administración intraperitoneal diaria del fármaco durante 5 días en un modelo animal mejoró la coordinación motora, en un efecto que fue acompañado por una reducción tanto de la desmielinización como de la producción de autoanticuerpos.
Friedemann Paul, científico de la Universidad Médica Charité de Berlín y coautor del estudio, afirma que esta última observación fue consistente con la reducida maduración y activación de los linfocitos B, o células productoras de anticuerpos, en cuya fisiología la BTK juega un papel fundamental. Notablemente, el análisis de la sangre y del líquido cefalorraquídeo de pacientes reveló una elevada actividad de este enzima. En la sangre, la frecuencia de células BTK+ también tendió a ser mayor que en individuos sanos, asegura Paul. Sobre estos hallazgos los investigadores examinaron el impacto de zanubrutinib sobre linfocitos B purificados y activados, derivados de pacientes, hallando que el fármaco reduce los marcadores de activación y la producción de anticuerpos primarios, así como el cambio de clase anticuerpo, fenómeno asociado a la generación de linfocitos B de memoria. Paul señala que el tratamiento en el modelo animal redujo la micro- y la astrogliosis, así como las interacciones patológicas entre los tipos celulares asociados a ambos procesos. Los resultados serían consistentes con la actividad de zanubrutinib previamente reportada en la artritis y en la esclerosis múltiple, lo que abriría la posibilidad de tratar la neuromielitis óptica con un método alternativo a la depleción de linfocitos B, concluyen los científicos.