Identificado un nuevo factor diagnóstico y pronóstico en el glioma
Su elevada expresión en los tumores de alto grado incrementa su potencial maligno, facilitando la adquisición del fenotipo mesenquimal necesario para la generación de metástasis.
Científicos de múltiples centros chinos han establecido que la elevada transcripción del gen que codifica a la proteína EMP3 es un rasgo característico de los glioblastomas de alto grado y de los que no presentan mutaciones en el gen IDH, proponiendo su uso diagnóstico. En estos tumores EMP3 resultó ser ...
Científicos de múltiples centros chinos han establecido que la elevada transcripción del gen que codifica a la proteína EMP3 es un rasgo característico de los glioblastomas de alto grado y de los que no presentan mutaciones en el gen IDH, proponiendo su uso diagnóstico. En estos tumores EMP3 resultó ser el único gen vinculado a la transición epitelio-mesenquimal (EMT), proceso por el que las células malignas adquieren la capacidad de migración e invasión que facilitan la formación de metástasis. Este vínculo fue específico, ya que sólo fue observado en tumores agresivos, pero no el oligodendroglioma de bajo grado o en los astrocitomas con mutaciones en IDH.
Así lo afirma Tao Xin, investigador de la Universidad Médica de Harbin y codirector del estudio, quien prosigue indicando que EMP3 también resultó ser factor pronóstico independiente de supervivencia global. Utilizando información procedente de diversas bases de datos clínicopatológicos de pacientes, los científicos han diseñado un modelo de predicción de supervivencia a los 1, 3 y 5 años, que incluye otros tres biomarcadores y que presenta una fiabilidad superior al 70%. Xin señala que el papel clave de EMP3 en la agresividad del tumor pudo ser confirmada en experimentos en los que la transfección transitoria de células de glioblastoma con un ARN de interferencia que suprime la expresión de este gen redujo la capacidad migratoria de las células, así como la expresión de otros genes esenciales en la EMT, tales como TWIST1 y FOS, entre otros. Los hallazgos serían consistentes con los de un estudio previo, en el que la baja expresión de EMP3 se asoció a una progresión más lenta del cáncer gástrico.
