Una investigación liderada por el Hospital Clínico San Carlos de Madrid en la que participan la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) muestra la relación entre niveles más bajos de oxitocina y el comportamiento impulsivo-agresivo en personas con trastornos de la conducta alimentaria (TCA), ...
Una investigación liderada por el Hospital Clínico San Carlos de Madrid en la que participan la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) muestra la relación entre niveles más bajos de oxitocina y el comportamiento impulsivo-agresivo en personas con trastornos de la conducta alimentaria (TCA), así como en pacientes con trastorno límite de la personalidad (TLP).
La oxitocina es una neurohormona conocida como hormona del amor u hormona del abrazo por su papel en el parto y la lactancia, ya que modula comportamientos sociales y emocionales.
Ahora, este estudio, publicado en ´Journal of Psychiatric Research´, es "el primer trabajo que asocia el papel de la oxitocina con el comportamiento agresivo en personas con TCA y TLP", ha destacado la investigadora de la UCM y del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (IdISSC), Alejandra Gálvez Merlín.
Para llevar a cabo el estudio, se analizaron los niveles plasmáticos de oxitocina y de la expresión proteica de su receptor en 68 personas con TLP, 67 personas con TCA y 57 personas sanas sin patologías neuropsiquiátricas de varios hospitales españoles.
A su vez, se evaluó el comportamiento agresivo de ambos grupos clínicos a través de la versión en castellano del Inventario de Expresión de Ira Estado-Rasgo (STAXI-2), y de un registro de conductas agresivas hacia sí mismos (autolesiones) y hacia otras personas (violencia verbal, violencia física, etc.).
Finalmente, los niveles plasmáticos de oxitocina y de la expresión proteica de su receptor se compararon entre los tres grupos (TLP, TCA y controles), y se examinó la relación entre el sistema de oxitocina y las variables de agresividad para ambos grupos clínicos.
Los autores señalan que los resultados de este trabajo amplían el conocimiento del papel de la oxitocina como biomarcador en la compleja neurobiología de los trastornos impulsivo-agresivos de la personalidad y su relación con el comportamiento agresivo.
"Esto podría contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicas para este tipo de pacientes", ha asegurado el investigador del IdISSC y profesor asociado de la UCM, Manuel López Villatoro.
Además del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en esta investigación han participado el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander y el Hospital General Universitario de Ciudad Real.