La lesión renal aguda (IRA) es una afección grave que afecta a ciertos recién nacidos y representa una amenaza importante para su salud y la supervivencia. Dicha lesión se refiere a una disminución repentina y rápida de la función renal. En los recién nacidos, esta afección puede ocurrir debido a varios factores, incluido el bajo flujo sanguíneo a los riñones, infecciones, complicaciones del parto o exposición a ciertos medicamentos o toxinas. Si bien la IRA puede resolverse potencialmente con el tratamiento adecuado, es fundamental reconocer que el episodio inicial puede tener consecuencias graves.

Un trabajo publicado recientemente en ´JAMA Network Open´, dirigido por Austin Rutledge, becario en medicina neonatal y perinatal de la Universidad Médica de Carolina del Sur (MUSC), se centró en examinar el impacto de los episodios repetidos de IRA en lactantes hospitalizados.

De los resultados se desprende que la enfermedad renal no solo es común en los recién nacidos sino que también contribuye de manera independiente a la mortalidad infantil. "Lo que no sabíamos a partir de los datos originales era si estos bebés habían experimentado uno o varios episodios de IRA", indicó Rutledge.

Salud renal, subestimada

"La salud renal es algo que se ha subestimado en todo el espectro, pero particularmente en los bebés. Debido a que los riñones tienden a recuperarse, en el pasado a veces se ha ignorado la IRA", señaló, por su parte, la Dra. Heidi Steflik, neonatóloga de MUSC y una de las investigadoras principales del estudio. "Pero descubrimos que incluso un episodio de IRA es peligroso".

Los investigadores revisaron los datos detenidamente para determinar qué bebés con IRA en 24 unidades de cuidados intensivos neonatales en todo el país tuvieron una o múltiples ocurrencias, utilizando criterios recientemente definidos para hacer la llamada. Observaron características como la edad gestacional, el peso al nacer y la etapa inicial de la IRA, y examinaron resultados como el riesgo de muerte y la duración de la hospitalización. Descubrieron que una gran proporción de bebés con IRA tenían recurrencias.

Con base en estos hallazgos, los autores del trabajo sugieren que tanto la IRA inicial como los episodios recurrentes merecen un seguimiento y tratamiento cuidadosos, así como estudios adicionales.

De cara al futuro, Rutledge explicó que los investigadores están buscando mejores formas de detectar y medir la IRA, ya que la medición actual, a través del nivel de creatinina sérica, conlleva un retraso antes de mostrar positividad. También hay interés en conocer más detalles sobre la duración de la IRA, así como los impactos a largo plazo en los niños.

"A medida que continuamos estudiando los efectos a largo plazo de la IRA, queremos que las familias y los padres comprendan lo importante que es realizar un seguimiento con un nefrólogo después de un episodio como el descrito. Nuestro objetivo es que cada bebé que haya sufrido una lesión renal sea controlado periódicamente para controlar su salud renal", concluyó Rutledge.