La pérdida auditiva inducida por el ruido, que afecta a millones de personas,podría deberse a un daño celular en el oído interno asociado con un exceso de zinc, un mineral esencial para la función celular, que flota libremente, según sugiere un nuevo estudio impulsado por la Universidad de Pittsburg (EEUU). El zinc lábil se encuentra, principalmente, en vesículas en los tejidos secretores, donde se libera y desempeña un papel crítico de señalización

Esta pérdida de audición inducida por el ruido perjudica a millones de personas y puede ser debilitante. Dicho trastorno crea déficits sustanciales en la capacidad de comunicarse con el mundo exterior, lo que se traduce en mayores tasas de estrés social, depresión y lesiones.

Algunas personas empiezan a escuchar sonidos inexistentes, una afección llamada tinnitus, que puede afectar gravemente su calidad de vida. "Sin embargo, debido a que la biología de la pérdida de audición no se comprende completamente, en este sentido, prevenir la pérdida de audición ha sido un desafío constante", indicó el autor principal Thanos Tzounopoulos, director del Centro de Investigación de la Audición de Pittsburgh.

Daño celular

Al realizar experimentos en ratones y en células aisladas del oído interno, el equipo encontró que los niveles de zinc en el oído interno aumentan horas después de la exposición a un ruido estridente. En concreto, la exposición a este tipo de sonido provoca una fuerte liberación de zinc en los espacios dentro y entre las células, lo que conduce a un daño celular e interrumpe la comunicación normal entre células.

"A pesar de la alta prevalencia y la carga social y económica de este trastorno, las moléculas y vías de señalización precisas que pueden dirigirse para prevenir, mitigar o revertirlo siguen siendo desconocidas. Existen ´pocas e insuficientes´ estrategias de tratamiento para proteger y restaurar la audición", según los investigadores.

Precisamente, los experimentos demostraron que los ratones tratados con un compuesto de liberación lenta que atrapa el exceso de zinc libre eran menos propensos a sufrir pérdida auditiva y estaban protegidos del daño inducido por el ruido, incluso si se administran antes de una exposición a un sonido fuerte, pueden proteger contra la pérdida de audición.