Un fitoderivado protege frente a la retinopatía diabética en un modelo animal
La salidrosida previene el daño a las células del ganglio retinal, modulando la activación de genes inflamatorios que promueven la piroptosis.
Un nuevo estudio in vivo revela que la salidrosida, un glucósido derivado de la planta Rhodiola rosea, mejora las alteraciones estructurales de la retina causadas por la diabetes de tipo 2. El tratamiento intragástrico durante 12 semanas previno la disminución del grosor retinal y el edema, preservando además la distribución ...
Un nuevo estudio in vivo revela que la salidrosida, un glucósido derivado de la planta Rhodiola rosea, mejora las alteraciones estructurales de la retina causadas por la diabetes de tipo 2. El tratamiento intragástrico durante 12 semanas previno la disminución del grosor retinal y el edema, preservando además la distribución regular de las células. En el análisis molecular del tejido los científicos constataron una reducción en la expresión de 5 genes vinculados a la piroptosis, o muerte celular inducida por caspasas inflamatorias.
Ting-Hua Wang, investigador del Instituto de Neurociencia de la Universidad Médica de Kunming y codirector del estudio, afirma que, tras un complejo análisis bioinformático, pudo demostrarse que la salidrosida interacciona con proteínas codificadas por cinco genes, formando estructuras potencialmente estables que podrían mediar el efecto terapéutico. Experimentos ulteriores con muestras de retina de animales tratados y controles confirmaron que la sobreexpresión de tres de estos genes en la diabetes puede ser revertida por la salidrosida. Wang prosigue indicando que la retinopatía diabética surge como consecuencia del daño neurovascular, afectando la visión del paciente y conduciendo incluso a la ceguera. El porcentaje de pacientes diabéticos que desarrolla la forma no proliferativa de esta complicación alcanza el 80% a los 15 años del diagnóstico, asegura el científico. Estudios previos ya habían demostrado que la salidrosida exhibe propiedades hipoglucemiantes, antioxidantes y antiinflamatorias. El investigador concluye señalando que, por su perfil de seguridad y bajo coste, este compuesto podría competir con terapias actualmente en uso, tales como la inyección intravitreal de remizumab o la fotocoagulación, que sólo retrasan la progresión de la enfermedad.
