Para los pacientes de mieloma múltiple que no responden o recaen tras la quimioterapia tradicional la aparición de la terapia con células CAR-T, células de su propio sistema inmunitario modificadas en el laboratorio para reconocer y atacar las células cancerígenas, ha supuesto un gran avance. Sin embargo, no todos los pacientes responden ...
Para los pacientes de mieloma múltiple que no responden o recaen tras la quimioterapia tradicional la aparición de la terapia con células CAR-T, células de su propio sistema inmunitario modificadas en el laboratorio para reconocer y atacar las células cancerígenas, ha supuesto un gran avance. Sin embargo, no todos los pacientes responden igual a este tipo de terapia celular, y una recaída temprana suele ser indicativa de mal pronóstico.
Ahora, un equipo internacional liderado por el Clínic-IDIBAPS, juntamente con el University Medical Center Hamburg-Eppendorf, el US Myeloma Innovations Research Collaborative de Kansas City y la Hebrew University of Jerusalem, ha presentado el primer modelo que permite predecir e identificar los pacientes de mieloma múltiple que más se van a beneficiar de la terapia con CAR-T, y, de este modo, poder ofrecer una terapia más personalizada y eficaz.
"A pesar de la gran revolución que supuso el tratamiento con CAR-T para los pacientes con mieloma múltiple, todavía no existía un modelo internacional y validado para predecir la respuesta de los pacientes. -comenta Carlos Fernández De Larrea, hematólogo del Clínic, jefe del grupo sobre Mieloma, amiloidosis, macroglobulinemia y otras gammapatías del IDIBAPS, y uno de los coordinadores de este proyecto- Con este sencillo modelo que presentamos, podemos dividir a los pacientes en grupos en función de las probabilidades de que dejen de responder al tratamiento con células CAR-T. Estos datos nos facilitan escoger el mejor momento para iniciar esta terapia celular en cada paciente de mieloma múltiple".
El nuevo modelo, publicado en la revista Journal of Clinical Oncology y presentado ayer en el congreso EBMT-EHA 6th European CAR T-cell Meeting de Valencia, se basa en cuatro indicadores independientes, cuya presencia incrementa el riesgo de recaída tras la terapia con CAR-T: la presencia de células cancerígenas en la sangre o en tumores fuera de la la médula ósea, que el paciente previamente haya dejado de responder a la quimioterapia con lenalidomida, datos de genética adversa en las células tumorales, y el aumento de la proteína que almacena el hierro.
Un modelo basado en la clasificación por puntos
Este es el primer modelo para predecir la respuesta a CAR-T en mieloma múltiple y se ha generado a través de un estudio retrospectivo de más de 260 pacientes procedentes de Europa y Estados Unidos.
"Ha sido un gran esfuerzo colaborativo en el que hemos participado muchas instituciones de todo el mundo. Desde el Clínic-IDIBAPS hemos incluido la información de pacientes tratados tanto con CAR-T comerciales, así como aquellos que habían recibido un CAR-T académico desarrollado en nuestra institución, ARI0002h, además del desarrollo del modelo en conjunto con los investigadores de otras instituciones de varios países", afirma Carlos Fernández De Larrea.
En este modelo, los pacientes se dividen en tres grupos de riesgo de reaparición del cáncer después de la terapia con células CAR-T en función de cuantos de los cuatro biomarcadores presenta cada paciente. Aquellos que no presentan ningún indicador o sólo uno se consideran de bajo riesgo, aquellos que presentan dos o tres se consideran de riesgo intermedio, y los que presentan los cuatro de riego alto.
La validación de este modelo con las cohortes europeas y estadounidenses muestra que sólo en el 7% de pacientes de bajo riesgo reaparece el cáncer después de las CAR-T, en los pacientes de riesgo intermedio este porcentaje sube hasta el 27%, y en el grupo de alto riesgo hasta el 53% de los pacientes.
El desarrollo de los CAR-T en el Clínic cuenta con el apoyo fundamental de la Fundación "la Caixa", gracias a una alianza estratégica para potenciar la investigación pionera y de gran impacto contra el cáncer y la mejora asistencial a los pacientes oncológicos. Para llevar a cabo el estudio clínico se ha recibido financiación específica del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).