La Coordinadora de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Salud Mental, Berta Massaguer, pide "romper barreras para acabar con el estigma que sufren las personas con Asperger, para lo que es "primordial" visibilizar el autismo y el Asperger, rompiendo los mitos que se asocian a esta condición, ofreciendo una información ...
La Coordinadora de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Salud Mental, Berta Massaguer, pide "romper barreras para acabar con el estigma que sufren las personas con Asperger, para lo que es "primordial" visibilizar el autismo y el Asperger, rompiendo los mitos que se asocian a esta condición, ofreciendo una información transparente, veraz y ajustada, alejada de los tópicos".
"En este sentido, a nivel social, además de visibilizar y concienciar a la población general, es necesario romper las barreras existentes con las empresas y que éstas sean capaces de poner en valor a las personas con Asperger, puesto que presentan un alto potencial y capacidad para resolver con éxito y eficacia varias tareas y procesos, además pueden aportar una enorme riqueza y potencial a las empresas y a nuestra sociedad en general", comenta la profesional.
El síndrome de Asperger implica unos niveles de inteligencia situados en la media o superiores a ésta, un nivel de lenguaje adecuado a su edad cronológica o bien con algunas particularidades, como por ejemplo sería el uso de un lenguaje adultiforme y/o complejo. Además, supone ciertas particularidades y dificultades en el área de la comunicación social, la cognición social, presencia de un comportamiento rígido y estereotipado, intereses especiales con una elevada intensidad, etc.
Según datos de Autismo Europa, "entre el 76 y el 90 por ciento de las personas adultas con TEA está desempleada y no desarrolla una actividad productiva o laboral", apunta Berta.
Así, los expertos aseguran que "aún hay mucho desconocimiento por parte de la sociedad cuando se habla de Asperger: personas asociales, con falta de empatía, problemas para expresarse correctamente, inteligencia superior a la media, creer que el Asperger es una enfermedad; son concepciones que aún hoy en día están presentes en la sociedad".
"Primeramente, cabe destacar que, aunque las personas con Asperger pueden tener varias similitudes entre ellas que serían propias del perfil de esta condición, es importante tener en cuenta que cada una de ellas es diferente y tiene sus propios intereses, personalidad, funcionamiento, etc., igual que cualquier otra persona neurodivergente o bien neurotípica", explica la experta.
Las personas con Asperger pueden tener dificultades a la hora de identificar sus propias emociones y las de los demás, así como gestionarlas, pero esto no quiere decir que sean personas insensibles. "Es cierto que algunas personas con Asperger pueden presentar un vocabulario muy técnico, incluso superior al que le correspondería por edad, o bien tener dificultades para ajustarse a su interlocutor teniendo en cuenta la situación social, por lo que pueden presentar cierta rigidez en este aspecto y ser poco flexibles a su adaptación al entorno", añade Berta Massaguer.