Un equipo dirigido por científicos del CSIC y del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia ha identificado una molécula pequeña que, administrada diariamente por vía intraperitoneal, reduce el índice clínico en un modelo murino de esclerosis múltiple. El efecto terapéutico del potencial fármaco fue significativo ya a los 7 ...
Un equipo dirigido por científicos del CSIC y del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia ha identificado una molécula pequeña que, administrada diariamente por vía intraperitoneal, reduce el índice clínico en un modelo murino de esclerosis múltiple. El efecto terapéutico del potencial fármaco fue significativo ya a los 7 días, manteniéndose hasta el final del periodo de experimentación. El tratamiento redujo la severidad de la progresión de la enfermedad, como se constató en el examen histológico de la médula espinal, la cual presentó una disminución de las áreas lesionadas.
Fernando de Castro, codirector del estudio, afirma que experimentos previos in vitro ya habían demostrado que el compuesto promueve la proliferación de las células precursoras de los oligodendrocitos (CPOs), los cuales producen mielina. El científico prosigue indicando que el beneficio fue específico, ya que no fue observado con ninguno de los inhibidores LRRK2 examinados, incluyendo uno que ya se encuentra comercializado. Adicionalmente, la concentración más pequeña del compuesto utilizada en los ensayos in vitro resultó ser la más eficiente en la estimulación tanto de la división de las CPOs como de su diferenciación. De Castro subraya que este efecto fue de magnitud similar al observado con la hormona tiroidea T3, la cual es bien conocida por su acción antiinflamatoria y remielinizante en modelos animales. Desafortunadamente, el estrecho margen terapéutico de la T3 excluye la posibilidad de uso en pacientes, asegura el investigador. Si se confirmara que el compuesto ahora identificado es seguro in vivo, su notable capacidad remielinizante podría abrir una nueva vía en el tratamiento de la esclerosis múltiple y de otras enfermedades desmielinizantes, concluyen los autores.