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El vínculo entre salud menstrual, situación económica y salud autopercibida

Un estudio liderado por investigadoras del IDIAPJGol, publicado en BMC Women´s Health, concluye que las mujeres y las personas que menstrúan con bajo nivel de estudios, menos recursos económicos y una peor percepción de la propia salud tienen más probabilidad de referir sangrado abundante y dolor durante la regla.

20/02/2024

Las probabilidades de sufrir sangrado abundante y dolor de intensidad moderada y alta durante la menstruación son mayores entre las mujeres y otras personas que menstrúan que tienen menor nivel educativo, menos recursos económicos y una salud autopercibida más pobre. Así lo concluye un estudio recién publicado en la revista BMC ...

Las probabilidades de sufrir sangrado abundante y dolor de intensidad moderada y alta durante la menstruación son mayores entre las mujeres y otras personas que menstrúan que tienen menor nivel educativo, menos recursos económicos y una salud autopercibida más pobre. Así lo concluye un estudio recién publicado en la revista BMC Women´s Health, liderado por investigadoras del Institut d´Investigació en Atenció Primària de Salut Jordi Gol (IDIAPJGol).

El trabajo tiene el objetivo de entender cómo los patrones menstruales pueden diferir según diversos factores de desigualdad social y cómo pueden afectar los estresores sociales en la salud menstrual. Los investigadores han analizado datos de cerca de 20.000 mujeres y otras personas que menstrúan, de entre 18 y 55 años, que residen en España. Este es uno de los primeros estudios de estas características que se realiza en nuestro país sobre patrones de salud menstrual.

Cuidado informal

Las autoras del estudio también han detectado que las personas que se dedican a realizar actividades relacionadas con el cuidado informal tienen más probabilidades de sufrir un flujo menstrual más elevado y de tener reglas más largas. Este resultado es coherente con la evidencia de otros estudios que relacionan el cuidado informal con un peor estado de salud.

Sin embargo, el trabajo coordinado por IDIAPJGol ha identificado que el hecho de dedicarse a cuidar a otras personas es un factor protector ante el dolor moderado e intenso y la aparición de síntomas premenstruales. Las investigadoras destacan que este hallazgo podría explicarse por la edad de las mujeres que han participado en el estudio dedicadas al cuidado informal y por los retos que supone la identificación y la validación de sus experiencias de malestar, especialmente cuando asumen tareas de cuidado. En cualquier caso, apuntan que serán necesarias nuevas investigaciones con perspectiva de género que aborden "las complejas intersecciones entre el trabajo del cuidado y la salud menstrual."

La investigadora principal del trabajo, Laura Medina-Perucha, de la Unidad Transversal de la Investigación del IDIAPJGol, destaca que "las inequidades menstruales deberían abordarse en las políticas públicas y considerar la salud menstrual como un problema de salud pública." El equipo que ha llevado a cabo el estudio también reclama una mayor formación y recursos para los profesionales de la salud para poder abordar la salud menstrual teniendo en cuenta las inequidades sociales.

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