La Asociación Española Contra el Cáncer brinda una nueva fotografía sobre el conocimiento y las actitudes que tiene la población sobre el cáncer y los factores de riesgo asociados. El estudio fue realizado en 2020 -mediante una encuesta telefónica- a un total de 4.769 personas mayores de edad y residentes en España.

Los resultados del estudio revelaron que la patología más temida por los encuestados es el cáncer (37,3%), seguido del Alzheimer (30,1%) y los Trastornos Mentales (14,7%). Además, se constata que el cáncer se sigue percibiendo como el principal problema de salud, y tres cuartas partes de la población consideran que debería ser la prioridad número uno en investigación en España. Cabe destacar que el temor por el cáncer es especialmente acusado entre las mujeres, los jóvenes y la clase social trabajadora.

Una patología muy presente en nuestra sociedad

La mayoría de los encuestados (76,1%) manifestaron haber tenido alguna experiencia cercana al cáncer en algún momento de su vida. Concretamente, el 9,2% reveló padecer o haber padecido cáncer, y el 66,9% tener algún familiar que ha desarrollado la enfermedad.

Más allá de la elevada prevalencia de la patología que muestran estos resultados, la Asociación Española Contra el Cáncer determina que las proyecciones a futuro de la neoplasia maligna no son nada alentadoras. De hecho, se prevé un crecimiento de más de un 50% de nuevos casos de cáncer para el 2040.

Mucha prevalencia, poco conocimiento

A pesar de que los datos de prevalencia y preocupación sobre el cáncer resultan muy contundentes, estos no parecen ir acompañados de un incremento de información sobre la enfermedad. En este sentido, es de resaltar que sólo el 67% de la población es conocedora de que hay factores que incrementan el riesgo de padecer esta patología a lo largo de la vida.

Además, llama a la atención que únicamente el 48,4% de la población encuestada conocía algún síntoma o señal de alarma de un posible cáncer, siendo la opción más mencionada un bulto o nódulo. Así, según concluye la Asociación Española Contra el Cáncer, resulta preocupante el escaso conocimiento de los síntomas de alarma más frecuentes como la tos y/o ronquera persistente, y los cambios en los hábitos urinarios o intestinales.