El Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa) ha liderado el estudio de un caso de cáncer de mama triple negativo que demuestra que las células cancerígenas presentan múltiples alteraciones a nivel genético, pero también de proteína y procesos celulares, que les permiten escapar de las defensas del propio cuerpo y ...
El Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa) ha liderado el estudio de un caso de cáncer de mama triple negativo que demuestra que las células cancerígenas presentan múltiples alteraciones a nivel genético, pero también de proteína y procesos celulares, que les permiten escapar de las defensas del propio cuerpo y las inmunoterapias.
Los resultados, publicados en la revista ´Nature Communications´, demuestran que, aunque la respuesta inmunitaria contra el cáncer se mantiene firme hasta el final de la enfermedad, la complejidad genética de las células cancerígenas y su habilidad para evadir la inmunidad le impiden vencer el cáncer, ha informado este miércoles IrsiCaixa, centro impulsado por la Fundación La Caixa y la Conselleria de Salud de la Generalitat.
"El seguimiento de la paciente ha sido único tanto por el tiempo de seguimiento como por la cantidad de muestras y parámetros estudiados. Hemos mirado hasta el último rincón del tumor y del sistema inmunitario de la persona durante más de cinco años", ha explicado la oncóloga e investigadora principal del estudio Leticia De Mattos-Arruda.
El cáncer de mama triple negativo es uno de los más agresivos y difíciles de tratar puesto que no responde a los tratamientos clásicos, y la inmunoterapia suele ser una opción para estos pacientes ya que presenta muchas más mutaciones que el resto, y estas lo hacen visible para el sistema inmunitario.
"Queríamos entender cómo logra el sistema inmunitario luchar contra el cáncer en cada etapa de la enfermedad y qué mecanismos hacen que, más adelante, las defensas no sean capaces de vencerlo", ha remarcado De Mattos-Arruda.
El estudio ha contado con 112 muestras de 12 pacientes de cáncer de mama triple negativo metastásico, incluyendo tumores primarios y metástasis presentes durante el curso de la enfermedad y en el momento de la autopsia.
En el caso de una de estas pacientes se ha podido realizar el seguimiento desde el diagnóstico, pasando por la progresión de la metástasis y hasta la defunción: "Hemos estudiado muestras secuenciales de sangre, tumor primario y metástasis con técnicas multiómicas. Estas técnicas nos permiten acceder a toda la información de los genes, las proteínas e incluso la composición celular de las muestras", ha explicado la coautora Núria de la Iglesia.
Escapar del sistema inmunitario
El filtrado de datos ha permitido ver que la variabilidad genética e inmunitaria dentro de cada tumor como entre las diferentes metástasis es muy grande, y que alguno de estos cambios genéticos proporciona a las células cancerígenas la capacidad de escapar del sistema inmunitario.
Los mecanismos a través de los cuales las células esquivan las defensas son muy variados, desde impedir la producción de moléculas inflamatorias que atraen a las células del sistema inmunitario hacia el tumor hasta esconder las proteínas tumorales reconocidas por las defensas.
El estudio demuestra que estos mecanismos actúan todos a la vez en sinergia dentro del mismo tumor, lo que aboca al progreso de la enfermedad a pesar del continuado esfuerzo del sistema inmunitario para luchar contra él.
La investigación ha identificado cuáles son las proteínas tumorales capaces de estimular el sistema inmunitario -denominadas neoantígenos- en cada etapa del proceso de la enfermedad, y de esta forma, ha dibujado un reloj molecular que les permite entender la diversidad tumoral durante todo el transcurso de la enfermedad y tener posibles dianas para futuros tratamientos.
"Al profundizar en estas proteínas tumorales, hemos encontrado una mutación en el gen p53 que es especialmente interesante ya que es reconocida por el sistema inmunitario y, por tanto, activa las defensas contra el tumor. Esta mutación podría ser la base para el desarrollo de futuras vacunas terapéuticas dirigidas a pacientes que tengan un cáncer de mama triple negativo que presente esta alteración genética", comenta De la Iglesia.