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A estudio el potencial del factor de crecimiento FGF21 en el carcinoma hepatocelular

Los resultados de un análisis in vivo sugieren que este agente podría ser utilizado para reducir la toxicidad de sorafenib en condiciones de hipoxia. 

22/02/2024

Científicos de la Universidad Médica de Wenzhou han determinado que el tratamiento intraperitoneal cada 3 días con FGF21 y sorafenib resulta en una acción antitumoral más potente que cualquiera de los dos agentes por sí solos. Los experimentos han sido realizados en ratones portadores de carcinoma hepatocelular humano que sobreexpresa ...

Científicos de la Universidad Médica de Wenzhou han determinado que el tratamiento intraperitoneal cada 3 días con FGF21 y sorafenib resulta en una acción antitumoral más potente que cualquiera de los dos agentes por sí solos. Los experimentos han sido realizados en ratones portadores de carcinoma hepatocelular humano que sobreexpresa Smad3, una proteína que se correlaciona positivamente con la supervivencia postoperativa global y libre de recurrencia. A los 28 días del inicio del tratamiento, los tumores de los animales tratados exhibieron menor peso y volumen, así como menor expresión del antígeno de proliferación Ki-67. En contraste, los marcadores de apoptosis, tales como Bax y la caspasa-3, aumentaron.

Así lo afirma Lin Cai, director del estudio, quien prosigue indicando que estos efectos fueron dependientes de Smad3, ya que no fueron observados en ratones que expresan niveles normales de esta proteína en sus tumores. El investigador señala que la combinación utilizada reduce la fosforilación de las quinasas PI3K y AKT, las cuales constituyen una vía de señalización clave en la carcinogénesis y la quimiorresistencia del cáncer hepático. Este efecto podría resultar en un incremento de la sensibilidad de las células tumorales a sorafenib, teoriza Cai. Aunque este fármaco representa la columna vertebral del tratamiento de primera línea en el carcinoma hepatocelular avanzado, su eficacia se ve limitada por el desarrollo de resistencia, la cual surge como consecuencia del propio mecanismo de acción de sorafenib, que inhibe la angiogénesis y promueve la hipoxia. Dado el efecto antitumoral del FGF21 reportado previamente en estudios in vivo sobre cáncer hepático, la combinación ahora examinada podría abrir nuevas perspectivas en el tratamiento de esta enfermedad, concluyen los autores.

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