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La desigualdad de género en el ámbito laboral provoca mayor estrés y agotamiento a mujeres dedicadas a profesiones sanitarias

Los factores que protegen a las mujeres que se dedican a profesiones sanitarias del estrés y del agotamiento incluyen un ambiente de trabajo flexible y de apoyo, acceso al desarrollo profesional, un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal, además de hábitos de vida saludable.

22/02/2024

Las mujeres que desarrollan su actividad en el ámbito sanitario, cifra que va en aumento en todo el mundo, son más propensas a experimentar problemas de salud mental provocados por una inmensa presión y estrés debido a la carga que supone atender tanto su faceta profesional como familiar. Angustia psicológica, ...

Las mujeres que desarrollan su actividad en el ámbito sanitario, cifra que va en aumento en todo el mundo, son más propensas a experimentar problemas de salud mental provocados por una inmensa presión y estrés debido a la carga que supone atender tanto su faceta profesional como familiar. Angustia psicológica, agotamiento laboral, depresión, ansiedad, rotación rápida o pensamientos suicidas son síntomas detectados en muchas de estas profesionales.

En este contexto, investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington (EEUU) han realizado el primer análisis exhaustivo que examina la relación entre el estrés relacionado con el trabajo y el bienestar de mujeres de todo el mundo en las profesiones sanitarias. El objetivo principal fue comprender cómo se define el bienestar, qué instrumentos se utilizan para medirlo y la correlación entre los factores profesionales y personales específicos del género que afectan el bienestar de las mujeres en las ocupaciones sanitarias.

"Los seres humanos no están programados para manejar fuertes presiones derivadas de la atención sanitaria debido, en parte, a la presión de no tomarse el tiempo para cuidarse a uno mismo", expresó Leigh A. Frame, directora asociada del GW Resiliency & Well-being Center.

Frame y su equipo identificaron y revisaron 71 estudios publicados en 26 países y 4 idiomas entre 1979 y 2022. La investigación analizó a diversos tipos de profesionales sanitarios: enfermeras, médicas, trabajadoras sociales clínicas y de de salud mental. Muchos de los estudios se realizaron utilizando medidas de bienestar basadas en evidencia, entre ellas, un índice creado por la Organización Mundial de la Salud.

Factores generadores de estrés

Los resultados, publicados en la revista ´Global Advances in Integrative Medicine and Health´, indicaron, por una parte, que la desigualdad de género en el lugar de trabajo provoca un mayor estrés y agotamiento para las profesionales de la salud.

Otros factores que conducen al estrés perjudicial son la mala conciliación entre la vida laboral y personal y la falta de autonomía en el lugar de trabajo. Las trabajadoras de la salud a menudo deben trabajar muchas horas, múltiples turnos y aun así equilibrar las demandas laborales con responsabilidades familiares como el cuidado de los niños, las tareas domésticas y otras tareas que a menudo recaen en las mujeres.

En comparación con sus colegas masculinos, a muchas profesionales se les asignan pacientes con problemas médicos complejos. "Manejar un caso médico complicado requiere más energía emocional y tiempo, lo que aumenta el estrés en entornos de atención médica que premian la velocidad", según Frame.

Por otro lado, se pudo constatar que los factores que protegen a las mujeres del estrés y del agotamiento incluyen un ambiente de trabajo flexible y de apoyo, acceso al desarrollo profesional, relaciones de apoyo y una práctica intencional de atención plena. Asimismo, la satisfacción laboral y un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal pueden proteger a las mujeres profesionales de la salud del estrés dañino.

Además, el sueño reparador, la actividad física, una dieta saludable (rica en vegetales y alimentos frescos) y otros hábitos que promueven la salud pueden ayudar a mitigar el estrés laboral. Sin embargo, el problema va más allá de lo que las mujeres a nivel individual pueden hacer, según la coordinadora del estudio. "Los empleadores y los responsables de políticas sanitarias deben desarrollar soluciones para ayudar a prevenir el agotamiento, un problema que afecta a todo el sistema y que conduce a problemas como la escasez de personal de atención médica, que se están volviendo cada vez más comunes", concluyó esta experta quien tiene previsto con base en los hallazgos de esta revisión, estudiar el impacto de la cultura del bienestar positivo en un espacio más amplio en relación con las mujeres en las profesiones de la salud.

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