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Los metabolitos intestinales predicen la resistencia a la terapia frente a la depresión y la ansiedad

Un pequeño ensayo clínico identifica un biomarcador fecal cuyos niveles aumentan al mejorar los síntomas como consecuencia del tratamiento. 

23/02/2024

Científicos de diversos centros japoneses han determinado que niveles fecales bajos de 7 metabolitos, antes del inicio del tratamiento contra la depresión o la ansiedad, son predictivos de respuesta a la terapia. Entre estos metabolitos destacó la la N-epsilon-acetil-lisina (NEAcL), por presentar una capacidad predictiva superior a la proporcionada por ...

Científicos de diversos centros japoneses han determinado que niveles fecales bajos de 7 metabolitos, antes del inicio del tratamiento contra la depresión o la ansiedad, son predictivos de respuesta a la terapia. Entre estos metabolitos destacó la la N-epsilon-acetil-lisina (NEAcL), por presentar una capacidad predictiva superior a la proporcionada por el índice clínico de severidad de la ansiedad. Adicionalmente, la recuperación de los niveles de NEAcL se asoció a una mejora de los síntomas.

Taishiro Kishimoto, investigador de la Universidad Keio y codirector del estudio, afirma que la distinción entre respondedores y no respondedores pudo ser también establecida en función de la diferente abundancia de 23 géneros bacterianos, entre los que destacó Bilophila ssp., género que por sí solo discriminó entre ambo grupos de pacientes con una fiabilidad del 88%. A nivel de filo, las bacterias Bacteroidota resultaron ser predominantes en los respondedores, mientras que las Bacillota fueron características de los no respondedores. Esta última observación sugiere que los bajos niveles de los 7 metabolitos previamente identificados son consecuencia de la reducción en este último filo, señala Kishimoto. El científico concluye indicando que los niveles bajos de NEAcL podrían reflejar una deficiencia alimentaria de lisina, aminoácido cuya suplementación ya había sido asociada a una disminución de la ansiedad crónica en ensayos previos. El estudio también halló una elevada abundancia de bacterias del género Odoribacter en los respondedores, lo que sería consistente con su papel benigno observado en otras patologías, tales como el síndrome de intestino irritable, así como con su producción de ácidos grasos de cadena corta, los cuales promueven la salud del epitelio intestinal.

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