Un equipo de científicos del Trinity College de Dublín (Irlanda) e investigadores de FutureNeuro han descubierto la causa de la niebla cerebral y el deterioro cognitivo observados en algunos pacientes con Covid persistente. En los meses posteriores a la aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV2 a finales de 2019, un síndrome reportado ...
Un equipo de científicos del Trinity College de Dublín (Irlanda) e investigadores de FutureNeuro han descubierto la causa de la niebla cerebral y el deterioro cognitivo observados en algunos pacientes con Covid persistente.
En los meses posteriores a la aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV2 a finales de 2019, un síndrome reportado por los pacientes denominado Long-Covid comenzó a salir a la luz como una manifestación duradera de la infección aguda.
Hasta la fecha se han notificado hasta 200 síntomas de Covid persistente, pero en general los pacientes informan de síntomas persistentes como fatiga, dificultad para respirar, problemas de memoria y pensamiento y dolor articular/muscular.
Aunque la gran mayoría de las personas que padecen Covid-19 se recuperan completamente, cualquiera de estos síntomas que persista durante más de 12 semanas después de la infección puede considerarse Covid persistente.
En este sentido, el Covid persistente se ha convertido en un importante problema de salud pública desde el estallido de la pandemia en 2020. Aunque las tasas de incidencia internacionales varían, se calcula que afecta hasta al 10% de los pacientes infectados por el virus del SRAS-CoV2. De estos pacientes que padecen Long-Covid, algo menos del 50% declaran algún tipo de efecto neurológico persistente, como deterioro cognitivo, fatiga y niebla cerebral.
Ahora, los hallazgos publicados por el equipo de Trinity en ´Nature Neuroscience´ demuestran que existe una alteración de la integridad de los vasos sanguíneos en el cerebro de los pacientes que padecen Covid persistente y niebla cerebral. Esta filtración de los vasos sanguíneos era capaz de distinguir objetivamente a los pacientes con niebla cerebral y deterioro cognitivo en comparación con los pacientes que padecían Covid persistente pero no niebla cerebral.
El equipo dirigido por científicos del Instituto Smurfit de Genética de la Facultad de Genética y Microbiología del Trinity y neurólogos de la Facultad de Medicina también ha descubierto una novedosa forma de resonancia magnética que muestra cómo el Long-Covid puede afectar a la red de vasos sanguíneos del cerebro humano.
"Por primera vez, hemos podido demostrar que la filtración de los vasos sanguíneos en el cerebro humano, junto con un sistema inmunitario hiperactivo, pueden ser los factores clave de la niebla cerebral asociada al Covid persistente. Esto es de vital importancia, ya que la comprensión de la causa subyacente de estas enfermedades nos permitirá desarrollar terapias específicas para los pacientes en el futuro", ha indicado el catedrático de Genética y Jefe de Genética en Trinity, e Investigador Principal de FutureNeuro, Matthew Campbell.
"Emprender este complicado estudio de investigación clínica en un momento de crisis nacional y cuando nuestro sistema hospitalario estaba sometido a fuertes presiones es un testimonio de la habilidad y los recursos de nuestros médicos en formación y nuestro personal. Ahora es probable que los resultados cambien el panorama de cómo entendemos y tratamos las afecciones neurológicas posvirales. También confirma que los síntomas neurológicos del Covid persistente son mensurables con cambios metabólicos y vasculares reales y demostrables en el cerebro", ha afirmado el catedrático de Neurología y director de la Facultad de Medicina de Trinity, e investigador principal de FutureNeuro, Colin Doherty.
Más allá de Covid-19
En los últimos años se ha puesto de manifiesto que muchas enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple (EM), tienen probablemente una infección vírica como factor desencadenante de la patología. Sin embargo, siempre ha sido difícil demostrar esa relación directa.
"En este caso, el equipo del Trinity pudo demostrar que todos los pacientes que desarrollaron Long-Covid habían sido diagnosticados de infección por SARS-CoV2, ya que Irlanda exigía que todos los casos documentados se diagnosticaran mediante los métodos más precisos basados en la PCR. El concepto de que muchas otras infecciones víricas que dan lugar a síndromes postvirales podrían provocar fugas de vasos sanguíneos en el cerebro puede cambiar las reglas del juego y está siendo investigado activamente por el equipo", ha indicado Campbell.
"Nuestros hallazgos han sentado las bases para nuevos estudios que examinen los acontecimientos moleculares que conducen a la fatiga postviral y la niebla cerebral. Sin duda, hay mecanismos similares en juego en muchos tipos distintos de infección vírica y ahora estamos muy cerca de comprender cómo y por qué causan disfunción neurológica en los pacientes", ha concluido el investigador postdoctoral y primer autor del estudio, Chris Greene.