Investigadores del Colegio Americano de Cirujanos han descubierto nuevos conocimientos sobre la relación entre los resultados de la cirugía contra el cáncer y los trastornos de salud del comportamiento (BHD), y publicaron sus hallazgos en el ´Journal of the American College of Surgeons´(JACS).

Los datos analizados por los investigadores revelaron una tendencia significativa: los pacientes con BHD tenían menos probabilidades de someterse a una extirpación quirúrgica de los tejidos cancerosos. Además, aquellos que se sometieron a la cirugía enfrentaron una mayor probabilidad de complicaciones, estadías hospitalarias prolongadas y reingreso dentro de los 90 días posteriores a la cirugía. Esta tendencia se combinó con un aumento del 7,76% en los costos de atención médica, lo cual es particularmente preocupante ya que muchos pacientes con BHD provienen de comunidades socialmente vulnerables y a menudo dependen de atención médica financiada con fondos públicos, según los autores.

Los investigadores analizaron los datos de Medicare de 694.836 pacientes con cáncer e identificaron que 46.719 (6,7%) de estos individuos también enfrentaban BHD, incluido el abuso de sustancias, los trastornos alimentarios y los trastornos del sueño. Este hallazgo, derivado de los archivos analíticos estándar de Medicare, aclara la necesidad de realizar pruebas de detección y tratamiento de BHD en la atención de pacientes oncológicos.

Así, observaron que los pacientes que tenían trastornos de salud conductual tenían una probabilidad significativamente menor de lograr un resultado óptimo después de la cirugía.

Los pacientes con cáncer estudiados tenían una mayor prevalencia de BHD en comparación con la población general de Estados Unidos, lo que puede deberse a que los BHD pueden aumentar el riesgo de cáncer, según los investigadores. Por ejemplo, el abuso de sustancias puede activar vías inflamatorias y aumentar la exposición a factores de riesgo ambientales que pueden conducir a un mayor riesgo de cáncer. Los trastornos alimentarios pueden aumentar el riesgo de cánceres gastrointestinales debido a una mala nutrición y una menor actividad física. En el caso de los trastornos del sueño, la calidad y duración del sueño están relacionadas con muchas formas diferentes de cáncer.

Como describen los autores, "el diagnóstico de cáncer es un evento estresante física, mental, emocional, social y económicamente". Este estrés puede provocar la aparición de un nuevo BHD, la recaída de un BHD anterior o la intensificación de un BHD actual para los pacientes.

"Al conocer el importante papel que pueden desempeñar los trastornos de salud conductual en la atención continua de los pacientes con cáncer, los proveedores de atención médica pueden detectar estos problemas médicos. Pueden preguntar a los pacientes no sólo si tienen diabetes o hipertensión, sino más específicamente detectar abuso de sustancias, trastornos del sueño y trastornos alimentarios", concluyen los investigadores.

Otras intervenciones sugeridas incluyen la implementación de programas de compensación psiquiátrica para fomentar la práctica en áreas vulnerables. Estos programas propuestos ofrecerían incentivos como el pago de préstamos para incentivar a los psiquiatras a trabajar en ciertas áreas rurales o de bajos ingresos. Además, un modelo de atención colaborativa y el uso continuo de sistemas de telesalud podrían ayudar a contrarrestar la escasez de mano de obra y ampliar el acceso.

Con el uso de datos de Medicare, es posible que este estudio no capture completamente las experiencias de los pacientes más jóvenes o la gama completa de BHD, potencialmente afectados por factores como la falta de informes y los altos copagos por tratamientos de salud mental.