Investigadores de la Universidad Médica de Xuzhou han establecido que la adición de tislelizumab a la terapia con gemcitabina y cisplatino ofrece beneficio, en pacientes con carcinoma invasivo del tracto urotelial superior. El tratamiento de combinación, iniciado en los 90 días siguientes a la nefroureterectomía radical y administrado cada 3 ...
Investigadores de la Universidad Médica de Xuzhou han establecido que la adición de tislelizumab a la terapia con gemcitabina y cisplatino ofrece beneficio, en pacientes con carcinoma invasivo del tracto urotelial superior. El tratamiento de combinación, iniciado en los 90 días siguientes a la nefroureterectomía radical y administrado cada 3 semanas, se asoció a una supervivencia libre de enfermedad (SLE) significativamente superior a la del grupo control, sujeto únicamente a monitorización. Mientras que en este último grupo la mediana de SLE fue de algo más de 16 meses, en el de tratamiento activo este valor no pudo ser calculado, debido a la comparativamente elevada proporción de pacientes sin recurrencia, metástasis o muerte por cualquier causa. El riesgo de estos desenlaces fue un 63% inferior, según afirma Haitao Zhu, codirector del estudio.
El científico prosigue indicando que más del 90% de los pacientes tratados experimentó efectos adversos relacionados con la terapia, incluyendo algunos de tipo hematológico, aunque ninguno fue severo. Zhu enfatiza que todos ellos fueron consistentes con la conocida toxicidad de la quimioterapia, lo que atestiguaría el buen perfil de tolerabilidad de tislelizumab. Aunque el tipo de cáncer considerado en este estudio es relativamente infrecuente, su incidencia global y mortalidad asociada están creciendo anualmente, asegura el investigador. Además, hasta dos tercios de los pacientes presentan invasión muscular al diagnóstico, lo que reduce la eficacia de la cirugía, con el consiguiente impacto sobre la tasa de supervivencia. Zhu concluye indicando que hasta la fecha no existían datos acerca de la eficacia clínica de tislelizumab en el tratamiento de primera línea, en pacientes de la práctica clínica habitual con este tipo de tumores.