No consumir suficiente proteína en la dieta puede resultar desfavorable para la salud, sin embargo, lo contrario, es decir, tomar demasiada también podría tener efectos adversos, según sugiere un reciente estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri (EEUU). La prof.Bettina Mittendorfer, decana asociada senior de investigación en ...
No consumir suficiente proteína en la dieta puede resultar desfavorable para la salud, sin embargo, lo contrario, es decir, tomar demasiada también podría tener efectos adversos, según sugiere un reciente estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri (EEUU).
La prof.Bettina Mittendorfer, decana asociada senior de investigación en la Facultad de Medicina de Missouri y directora de la Unidad de Ciencias Traslacionales y Clínicas de Precisión en Salud de Próxima Generación, y su equipo de investigación pudieron constatar que consumir proteína en exceso no solo no contribuye al desarrollo de músculo magro, sino que también puede causar efectos adversos e involuntarios para la salud. "Nuestra investigación muestra que ciertos aminoácidos, que son los componentes básicos de la proteína, pueden desencadenar enfermedades cardiovasculares a través de un mecanismo de señalización a nivel celular en la sangre", tal como indicó.
Precisamente, los investigadores encontraron que consumir más del 22% de las calorías diarias provenientes de proteínas conlleva más riesgos negativos que beneficios dietéticos. Para un adulto normal, de 20 a 30 gramos de proteína por comida, o de 60 a 90 gramos de proteína por día, es suficiente para mantener la salud.
Un aminoácido, el responsable
En concreto, un aminoácido que se encuentra en alimentos que contienen proteína animal, como la carne de res, los huevos y la leche, es responsable de la señalización de la actividad en las células de los macrófagos que, normalmente, eliminan los desechos de los vasos sanguíneos. A medida que aumenta el consumo de proteínas en la dieta, también se incrementa el de leucina, el aminoácido específico responsable de desencadenar la actividad celular de los macrófagos en la sangre. Cuando funcionan normalmente, estas células macrófagas trabajan para mantener los vasos sanguíneos libres de acumulación de placa. Cuando su producción se vuelve hiperactiva, la acumulación resultante de células gastadas en el sistema vascular puede provocar la acumulación de placa y los bloqueos que se supone deben prevenir. En consecuencia, se incrementa el riesgo de aterosclerosis, un importante factor de riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
El estudio, que combinó ensayos en humanos con experimentos en ratones y células, se realizó en colaboración con investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, la Facultad de Medicina de la Universidad de St. Louis de Washington, el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Luisiana y la Universidad de Toronto. .
Los investigadores consideran, no obstante, que se necesitan ensayos clínicos adicionales para evaluar los efectos de diferentes cantidades y tipos de proteínas dietéticas en las vías de señalización identificadas para garantizar que las pautas dietéticas actuales relativas a la ingesta de proteínas sean apropiadas o se revisen en consecuencia.