Se necesita un nuevo enfoque para la menopausia que prepare y apoye mejor a las mujeres durante la mediana edad, yendo más allá de los tratamientos médicos, para empoderar a las mujeres utilizando información de alta calidad sobre síntomas y tratamientos, atención clínica empática y ajustes en el lugar de ...
Se necesita un nuevo enfoque para la menopausia que prepare y apoye mejor a las mujeres durante la mediana edad, yendo más allá de los tratamientos médicos, para empoderar a las mujeres utilizando información de alta calidad sobre síntomas y tratamientos, atención clínica empática y ajustes en el lugar de trabajo según sea necesario, dice una nueva serie de cuatro artículos publicados en ´The Lancet´.
La coautora de la serie, la profesora Martha Hickey, de la Universidad de Melbourne y del Royal Women´s Hospital (Melbourne) en Australia, comenta: "la idea errónea de que la menopausia es siempre un problema médico que presagia constantemente un deterioro de la salud física y mental debe cuestionarse en toda la sociedad. Muchas mujeres viven vidas gratificantes durante y después de la menopausia, contribuyendo al trabajo, la vida familiar y la sociedad en general".
"Cambiar la narrativa para ver la menopausia como parte del envejecimiento saludable puede empoderar mejor a las mujeres para navegar esta etapa de la vida y reducir el miedo y la inquietud entre quienes aún no la han experimentado", señala. En muchas sociedades, el tema de la menopausia ha sido durante mucho tiempo un tema tabú. Ahora, países como el Reino Unido, Estados Unidos y Australia están experimentando un "momento de menopausia", con un debate más abierto en la política, los lugares de trabajo y los medios de comunicación.
Si bien celebran el aumento de la concienciación sobre la menopausia, los autores de la serie expresan su preocupación por la tendencia de los medios de comunicación a centrarse en experiencias extremadamente negativas de la menopausia, describiéndola como una experiencia desafortunada y angustiosa que presagia una crisis crítica en la salud de la mujer que sólo puede resolverse con tratamiento hormonal.
No obstante, una revisión de 12 estudios que investigan la asociación entre la transición a la menopausia y la depresión, no avalan estas afirmaciones. De hecho, es cierto que dos de los 12 estudios informan un aumento de los síntomas depresivos durante la menopausia, pero otros tres no encontraron tal aumento y los siete estudios restantes aportan resultados mixtos. Después de revisar estos estudios y otros, los expertos concluyen que no existe evidencia sólida de que el riesgo de ansiedad, trastorno bipolar, psicosis o suicidio aumente para todas las mujeres durante la transición a la menopausia.
Por otra parte, una revisión de la evidencia sobre los síntomas de la menopausia destaca que los sofocos y/o sudores nocturnos afectan hasta al 80% de las mujeres, y más de un tercio (38%) describe estos síntomas como moderados a graves a los 50 años. El tratamiento más eficaz para los sofocos y los sudores nocturnos es la terapia hormonal, a menudo denominada terapia hormonal menopáusica (MHT por sus siglas en inglés) o terapia de reemplazo hormonal (TRH). El tratamiento de los sofocos también puede mejorar el sueño y el estado de ánimo, y la MHT previene fracturas en huesos débiles. Sin embargo, falta evidencia sobre el beneficio de la terapia hormonal de la menopausia sobre otros síntomas asociados con la menopausia y el envejecimiento en las mujeres.
La información sobre estos tratamientos, sus beneficios, riesgos y efectividad comparativa debe estar disponible para las mujeres que buscan medicamentos con el apoyo de los profesionales de la salud. MHT es el medicamento más conocido y los datos sugieren que es ligeramente más eficaz que los medicamentos alternativos para tratar los sofocos y los sudores nocturnos. Sin embargo, ningún medicamento puede resolver de manera confiable todas las experiencias negativas durante la menopausia y los intereses comerciales han influido en cómo se presenta la MHT, eclipsando las opciones alternativas basadas en evidencia.
De esta forma, los autores también piden más investigación sobre aspectos de la menopausia que son una prioridad para las mujeres. Por ejemplo, se está llevando a cabo una Asociación global para el establecimiento de prioridades para la menopausia en más de 40 países para desarrollar una nueva agenda de investigación centrada en el paciente.
Así, insisten en que se necesita con urgencia una mayor conciencia, una mejor comprensión de los mecanismos, nuevos tratamientos y apoyo adicional para las personas que experimentan menopausia temprana, menopausia después del tratamiento del cáncer y/o que tienen un mayor riesgo de depresión durante la transición a la menopausia.