Investigadores chinos han establecido que la exposición continuada a materia particulada de diámetro inferior a 2.5 micras, frecuente contaminante del aire, induce en los pulmones el reclutamiento de subpoblaciones específicas de neutrófilos, una de las cuales caracterizada por la elevada expresión de la molécula inmunoreguladora PD-L1. Esta subpoblación mostró una ...
Investigadores chinos han establecido que la exposición continuada a materia particulada de diámetro inferior a 2.5 micras, frecuente contaminante del aire, induce en los pulmones el reclutamiento de subpoblaciones específicas de neutrófilos, una de las cuales caracterizada por la elevada expresión de la molécula inmunoreguladora PD-L1. Esta subpoblación mostró una reducida activación de los genes relacionados con la fagocitosis, con la consiguiente disminución de su capacidad de neutralizar bacterias. Notablemente, el uso de un anticuerpo anti-PD-L1 restauró la función fagocítica, lo que demuestra que esta última está regulada por PD-L1.
Así lo afirma Guoping Li, científicos de la Universidad Jiaotong y codirector del estudio, quien prosigue indicando que el incremento en la proporción de esta subpoblación de neutrófilos fue evidente, ya a los 3 días de exposición. El 100% de los animales expuestos a estas partículas sucumbió a la neumonía causada por Pseudomonas aeruginosa, en marcado contraste con los animales control, cuya supervivencia fue del 50%. En la comparación entre ambos grupos los investigadores también constataron que la exposición aumentó la hipotermia y la pérdida de peso. Li señala que la aumentada susceptibilidad a la infección se manifestó en la incapacidad de eliminar la bacteria de los pulmones, diseminándose ésta hacia órganos como el hígado o el bazo. Similarmente a lo observado en los experimentos previos in vitro, la administración de un agente anti-PD-L1 antes del inicio de la infección redujo la carga bacteriana y la colonización sistémica. El tratamiento también redujo la infiltración de células inflamatorias en el pulmón, asegura Li. El científico concluye indicando que las terapias dirigidas a PD-L1 pueden representar una prometedora estrategia en la reducción de riesgo de infecciones asociadas a la exposición a estas partículas.