Los sobrevivientes de cáncer infantil rara vez están al día con las pruebas recomendadas sobre los efectos adversos a largo plazo de sus tratamiento, según un gran estudio dirigido por investigadores del Hospital for Sick Children (SickKids) y el Women´s College Hospital, ambos en Canadá, y publicado en CMAJ ( ...
Los sobrevivientes de cáncer infantil rara vez están al día con las pruebas recomendadas sobre los efectos adversos a largo plazo de sus tratamiento, según un gran estudio dirigido por investigadores del Hospital for Sick Children (SickKids) y el Women´s College Hospital, ambos en Canadá, y publicado en CMAJ ( Canadian Medical Association Journal).
Hasta el 80% de los sobrevivientes de cáncer infantil (CCS) desarrollarán un efecto grave o potencialmente mortal, como miocardiopatía (enfermedad cardíaca) y cáncer colorrectal y de mama, a causa del tratamiento antes de los 45 años. El riesgo de cáncer colorrectal es de 2 a 3 veces mayor que el de la población general, y el riesgo de cáncer de mama en mujeres que se sometieron a radiación torácica es similar al de las personas con una mutación BRCA.
"La vigilancia de los efectos tardíos en adultos sobrevivientes de cáncer infantil es deficiente, lo que coloca a muchos sobrevivientes en riesgo de sufrir daños prevenibles", escribe la doctora Jennifer Shuldiner, científica del Women´s College Hospital.
En este estudio, los investigadores utilizaron datos provinciales de Ontario sobre 3241 CCS a quienes se les había diagnosticado cáncer entre 1984 y 2014. Estudiaron CCS que tenían un riesgo elevado de cáncer de mama, cáncer colorrectal o miocardiopatía debido a tratamientos de radiación o quimioterapias específicas. Del total, 2806 (87%) estaban en riesgo de sufrir al menos 1 de estos efectos tardíos, 345 (11%) estaban en riesgo de 2 y 90 (3%) estaban en riesgo de 3 efectos tardíos.
Sin embargo, el número de supervivientes que siguieron las recomendaciones de detección fue bajo: el 13%, el 6% y el 53% cumplieron con las recomendaciones de detección de cáncer colorrectal, cáncer de mama y miocardiopatía, respectivamente. Aquellos que eran mayores en el momento del diagnóstico tenían más probabilidades de seguir las pautas de detección del cáncer, mientras que una edad más joven en el momento del diagnóstico se asoció solo con una mayor probabilidad de seguir las pautas de detección de miocardiopatía.
La falta de conciencia sobre los efectos negativos a largo plazo de los tratamientos contra el cáncer puede ser la causa de estas bajas tasas. Incluso en el caso de los sobrevivientes que asistieron a clínicas especializadas para sobrevivientes de cáncer, las tasas de cumplimiento de las pruebas de detección fueron bajas.
Ante estos datos, los investigadores insisten en que las recomendaciones de detección deben abordar las barreras para completar las pruebas de detección para garantizar que los supervivientes continúen llevando una vida saludable en la edad adulta. Según los mismos, los hallazgos demuestran la necesidad de apoyar a los pacientes y a los médicos de atención primaria para mejorar el cumplimiento de las pautas de vigilancia.
Los autores señalan que esta responsabilidad debe ser compartida entre los sistemas de atención del cáncer, en particular la red provincial de sobrevivientes de cáncer pediátrico, y los propios pacientes, a través de la defensa y otros grupos de apoyo a los sobrevivientes.