Científicos de diversos centros coreanos han determinado que existe una correlación inversa entre el uso de fexofenadina y la progresión de la enfermedad de Parkinson. La asociación ha sido hallada en el análisis de los datos de más de 300.000 pacientes con Parkinson, de los que 86.000 recibieron tanto este ...
Científicos de diversos centros coreanos han determinado que existe una correlación inversa entre el uso de fexofenadina y la progresión de la enfermedad de Parkinson. La asociación ha sido hallada en el análisis de los datos de más de 300.000 pacientes con Parkinson, de los que 86.000 recibieron tanto este antihistamínico como levodopa. En este grupo, el avance de la enfermedad, reflejada en el incremento en la dosis diaria de este último fármaco, fue menor.
El hallazgo ha sido confirmado en un modelo animal de Parkinson, en el que la administración oral diaria de fexofenadina durante 3 semanas atenuó la pérdida de neuronas dopaminérgicas en el cuerpo estriado, reduciendo además la microgliosis, ambos considerados rasgos patológicos característicos de la enfermedad. Sang Myun Park, investigador de la Universidad de Ajou y codirector del estudio, afirma que el tratamiento también redujo la patología asociada a la propagación de una forma fosforilada de la alfa-sinucleína.
Este efecto pudo ser reproducido en otro modelo animal más sencillo, en el que la fexofenadina prolongó, además, la supervivencia. Park señala que los resultados de un análisis transcriptómico cerebral en uno de los modelos examinados asignan al fármaco un considerable potencial frente a la neuroinflamación, noción también apoyada por la menor infiltración cortical por células inmunitarias procedentes de la circulación periférica. El científico concluye indicando que la actividad de la fexofenadina sobre la alfa-sinucleína sugiere que el fármaco podría ofrecer beneficio en las patologías neurodegenerativas relacionadas con esta proteína.
Fuente: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38383441/