Un estudio del Institut de Recerca contra la Leucèmia Josep Carreras (IJC) de Barcelona ha detectado patrones de sensibilidad a un fármaco para predecir su eficacia en pacientes con el síndrome mielodisplásico, un tipo de leucemia o cáncer de la sangre que puede progresar a una enfermedad más grave, la ...
Un estudio del Institut de Recerca contra la Leucèmia Josep Carreras (IJC) de Barcelona ha detectado patrones de sensibilidad a un fármaco para predecir su eficacia en pacientes con el síndrome mielodisplásico, un tipo de leucemia o cáncer de la sangre que puede progresar a una enfermedad más grave, la leucemia mieloblástica aguda.
La investigación, publicada en la revista ´British Journal of Haematology´, muestra cómo el mapa de la metilación del ADN en este tipo de leucemia predice si el paciente responderá al tratamiento con un fármaco desmetilante.
La metilación del ADN es uno de los mecanismos de la célula cancerígena, que añade una modificación química a los genes anticancerígenos para desactivar su función protectora contra la transformación de las células, y se han diseñado fármacos desmetilantes aplicados principalmente en la terapia de enfermedades malignas de la sangre, como las leucemias.
La investigación ha analizado cerca de un millón de señales de metilación del genoma --secuencia total de ADN-- en pacientes con síndrome mielodisplásico tratados con un fármaco desmetilante detectando patrones vinculados a su eficacia.
"HUELLA DACTILAR EPIGENÉTICA"
El director del Institut Josep Carreras y líder del estudio, Manel Esteller, ha confirmado que han encontrado una "huella dactilar epigenética" que se asocia con una buena respuesta clínica a estos medicamentos.
Esteller ha explicado que los genes encontrados dan pistas "de los mecanismos implicados en la sensibilidad en estos agentes hipometilantes", hecho que ayuda a detectar de manera precoz las personas que tendrían resistencias a los fármacos desmetilantes, así como a empezar a diseñar y administrar tratamientos alternativos.
El estudio ha contado con la colaboración de investigadores del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona y la Universidad de Bolonia.