La alteración circadiana materna puede tener un impacto en el momento de la producción de hormonas de la leche con la que amamanta a su hijo, sobre todo, cuando la mujer se reincorpora a su actividad laboral y en función de su turno de trabajo. Así lo sugiere un reciente ...
La alteración circadiana materna puede tener un impacto en el momento de la producción de hormonas de la leche con la que amamanta a su hijo, sobre todo, cuando la mujer se reincorpora a su actividad laboral y en función de su turno de trabajo. Así lo sugiere un reciente estudio impulsado por la Universidad La Trobe (Australia).
Tal como se explica en dicho estudio, publicado en ´Breastfeeding Medicine´, la leche materna muestra claramente un patrón de 24 horas, con concentraciones altas de melatonina durante la tarde y la noche (iniciándose alrededor de las 9 p.m. y alcanzando un máximo entre las 2 y las 3 a.m.), Sin embargo, estos aspectos no son muy detectables en la leche diurna.
Biología circadiana
Los bebés no nacen con un ritmo circadiano establecido; se desarrolla después de tres o cuatro meses. Como resultado, las diferentes hormonas de la leche materna pueden afectar a su sueño. Por tanto, "si las señales hormonales en la leche materna realmente contribuyen a calibrar la biología circadiana infantil, los bebés que toman leche materna con hormonas no sincronizadas pueden experimentar dificultades con el sueño, con la digestión y, en definitiva, con el desarrollo, lo que podría afectar a su crecimiento y salud, en general, a largo plazo", indicó la investigadora principal, la Dra. Lauren Booker.
Estas serias implicaciones para la salud llevaron al equipo de investigación a profundizar sobre la melatonina en la leche materna coincidiendo con el sueño de los bebés, marcándose como objetivo El indagar sobre la alteración del ritmo circadiano materno motivada por el trabajo por turnos y sus repercusiones con respecto a la concentración de melatonina en la leche materna.
A las participantes en el estudio se les pidió que recolectaran muestras de saliva y leche materna cuatro veces al día durante cinco días consecutivos. También se las solicitó que llevaran un registro diario de cuándo recogieron cada muestra, así como de cuándo se fueron a dormir, se despertaron y acudieron a su puesto de trabajo.
Los hallazgos obtenidos en este trabajo sugieren que existe un efecto potencial de la alteración del ritmo circadiano materno debido al trabajo por turnos sobre los niveles de melatonina en la leche materna.
"Este estudio es un primer paso importante en la exploración del impacto de los trastornos de desalineación circadiana materna en las hormonas de la leche materna y proporciona evidencia preliminar de que se necesitan investigaciones futuras en esta área", concluyó la Dra. Booker.