El carcinoma fibrolamelar (CLL) es un cáncer de hígado poco común con mal pronóstico si no se trata tempranamente con cirugía. La enfermedad es causada por una única mutación genética que crea una proteína de fusión. Científicos del Hospital San Judas El Children´s Research y el Centro de Ciencias de ...
El carcinoma fibrolamelar (CLL) es un cáncer de hígado poco común con mal pronóstico si no se trata tempranamente con cirugía. La enfermedad es causada por una única mutación genética que crea una proteína de fusión. Científicos del Hospital San Judas El Children´s Research y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee (EEU hallaron una proteína de células inmunitarias que puede atacar y provocar la destrucción de CLL según el estudio publicado en ´Cell Reports Medicine´ .
Los científicos observaron que las células T naturales en un paciente con dicho tipo de carcinoma eran las únicas capaces de reconocer la proteína de fusión. Estas células proporcionan una base para desarrollar un nuevo enfoque de tratamiento de inmunoterapia para el carcinoma fibrolamelar.
Las proteínas de fusión resultan del daño del ADN que une dos genes diferentes. A veces, el gen híbrido produce una proteína de fusión que ayuda a que las células se vuelvan cancerosas. Todos los tumores de CLL son impulsados por la fusión de los genes DNAJB1 y PRKACA, que ocurren en el mismo lugar del genoma en más del 90% de los pacientes con CLL. Dado que esta proteína de fusión no existe en las células normales, el sistema inmunológico debería poder encontrarla y destruir las células cancerosas que albergan la fusión. Sin embargo, este concepto se basa en que las células T reconozcan la proteína de fusión y respondan a ella. Al respecto, el equipo de UTHSC encontró dos células T raras que pueden hacerlo.
"Utilizamos el receptor de células T de un paciente que llevó a las células T a matar las células tumorales con la proteína de fusión. Este enfoque funcionó muy bien en un modelo de ratón", indicaron miembros del equipo investigador.
El estudio también confirma que es posible generar una respuesta inmune natural a la proteína de fusión, aunque sea poco común. De hecho, los científicos sólo encontraron dos respuestas naturales de células T a la fusión. Ante esa rareza, los investigadores intentaron extrapolar los dos receptores para comprender cómo podrían verse los demás.
"Una vez analizados algunos ejemplos de un receptor de células T que ve un antígeno, generalmente, podemos predecir otros. Descubrimos que estos dos receptores no se parecían en nada entre sí ni a nada más que vimos en el paciente. Entonces ambos eran únicos", concluyó el coautor principal, el prof. Paul Thomas.