La tuberculosis (TB) es una enfermedad aún presente y una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Los retos de la TB siguen siendo mejorar el diagnóstico en población sin recursos e inmigrante, con tests rápidos y un buen estudio de contactos; atender de manera adecuada a esta ...
La tuberculosis (TB) es una enfermedad aún presente y una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Los retos de la TB siguen siendo mejorar el diagnóstico en población sin recursos e inmigrante, con tests rápidos y un buen estudio de contactos; atender de manera adecuada a esta población desfavorecida o que vive en zonas rurales; y desarrollar nuevos fármacos antituberculosos, así como administrar nuevas combinaciones terapéuticas que permitan contrarrestar la TB multirresistente, informa el Dr. Zoran Stojanovic, neumólogo en la Unidad de Tuberculosis Pulmonar del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti), de Badalona (Barcelona) e investigador de Barcelona Respiratory Network (BRN), red dedicada al impulso de la investigación colaborativa en el ámbito de la salud respiratoria.
La tuberculosis (TB) es una infección respiratoria de notificación obligatoria, causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch, que se transmite por vía aérea. En 2018, se adoptó el objetivo de disminuir la incidencia de la TB en más de un 90% y su mortalidad en más de un 95% antes de 2035, pero se ha constatado que estos objetivos tan drásticos ya no serán alcanzables y que se deberán fijar metas más realistas, sin dejar de luchar.
"La tuberculosis, aunque parezca del milenio pasado, está muy presente y no siempre se piensa en ella, cuando aún es una de las causas principales de mortalidad mundial. Debemos ser capaces de darle un empujón similar al que se dio con la COVID para que, si no la podemos erradicar, al menos podamos mejorar sustancialmente el combate contra esta enfermedad", explica el Dr. Zoran Stojanovic.
La TB en el mundo, en España y Cataluña
En el mundo, hubo 7,5 millones de personas con un diagnóstico de TB oficialmente en 2022, lo que supuso un aumento del 16% respecto al año anterior (2021), gracias a mejoras en el diagnóstico que han permitido diagnosticar más casos. Por otra parte, 1,3 millones de personas murieron de TB, lo que supuso una mejora respecto a los años previos, en que la mortalidad por TB fue de 1,4 millones en 2021 y en 2020. También hay numerosos casos de coinfección de TB y VIH, todo ello según los últimos datos epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2023, ya que los datos tardan en colectarse y se publican al cabo de dos años.
En España, se notificaron 3.927 casos de TB en 2022, de los cuales 211 fueron importados y no se incluyeron en el análisis. La tasa de notificación de casos importados ha aumentado (5,37 casos por 100.000 habitantes en 2022 frente a 4,18 en 2021) y la de casos autóctonos también (7,83 en 2022 frente a 7,69 en 2021), lo que denota que la TB sigue circulante en el territorio, según los últimos datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica de 2022 (RENAVE).
"La mayor parte de los nuevos casos son importados y se presentan en personas procedentes de países con una incidencia muy alta de TB, como Pakistán, Marruecos, Ucrania y Rusia. A estos casos, hay que sumar los de TB autóctona, de personas que se contagian dentro del país, ya que el bacilo de Koch sigue circulando y, ante un brote, es crucial realizar un buen estudio de contactos para diagnosticar los casos de TB", explica el Dr. Stojanovic.
Las comunidades con una tasa de notificación más alta fueron Ceuta (30,29), Cataluña (12,70), Galicia (11,67) y País Vasco (10,98). Las que tuvieron una menor tasa de notificación fueron Extremadura (2,56), Castilla La Mancha (4,29), Andalucía (5,46) y Asturias (5,47), según datos de RENAVE.
En 2022, el mayor número de casos de TB se produjo en hombres (2.363 casos, 63,6% del total), con una razón hombre/mujer de 1,7. La tasa de notificación de tuberculosis en 2022 fue de 10,17 casos por cada 100.000 hombres, y 5,59 casos por cada 100.000 mujeres. La media de edad fue de 46,5 años en los hombres y de 46 en las mujeres, según RENAVE.
En Cataluña, en 2021 se notificaron 1.234 casos posibles de TB, de los cuales finalmente se diagnosticaron 969 casos (65,4% en hombres y 34,6% en mujeres). La incidencia fue de 12,5% por 100.000 habitantes, con un incremento del 15,7% respecto al año anterior y la edad media fue de 44,3 años en hombres y 44,5 en mujeres. La precariedad social es un factor de riesgo para desarrollar TB y hay que incidir en atender a la población vulnerable, según el Informe anual 2021, de la Situación epidemiológica y pandemia de la endemia tuberculosa en Cataluña.
"La incidencia de la TB sigue el mismo patrón en el mundo, en España y Cataluña. Se ha mantenido estable en los últimos años, con un ligero descenso, al no poderse diagnosticar y atender todos los casos por la COVID, y posteriormente un repunte, por lo que la incidencia ha vuelto a igualarse a los tiempos previos a la pandemia", dice el Dr. Stojanovic.
Mejorar el diagnóstico
"Hay una preocupación por seguir manteniendo una incidencia baja de la tuberculosis y evitar el retraso diagnóstico: en la población autóctona, que suele tener formas de TB latente, que se despierta ante una depresión de las defensas, porque, ante un síntoma tan frecuente e inespecífico como es la tos no se piensa en ella; y en la población inmigrante, porque su acceso al sistema sanitario no es tan fácil ni directo, por falta de tarjeta sanitaria u otra documentación. En esta población la mayoría de los casos son importados", añade el Dr. Stojanovic.
En los centros hospitalarios especializados se realizan un amplio abanico de pruebas, desde las técnicas microbiológicas y moleculares hasta las técnicas endoscópicas para obtener varios tipos de muestras. Todas han mejorado notablemente el diagnóstico de la enfermedad, pero el reto está en detectar la tuberculosis en zonas de bajos recursos y sin acceso a la sanidad. En este sentido, se precisa un test rápido, barato y sencillo de realizar -similar al test de antígenos de la COVID-, que permita a partir de una gota de saliva o de mucosidad, hacer una primera detección de la TB. "Debemos desarrollar maneras más simplificadas, económicas y rápidas para diagnosticar la tuberculosis y que se puedan distribuir en cualquier lugar", insiste el Dr. Stojanovic.
Una vez se detecta un caso, el estudio de contactos es crucial para cortar la propagación de la enfermedad, ofrecer un tratamiento profiláctico a los contactos infectados y/o tratarla si ya se ha desarrollado para evitar que progrese a formas más avanzadas, puesto que la TB es tratable en nuestro medio, pero si se deja que avance, sí puede haber mortalidad.
La TB multirresistente
En 2022 el número de personas con multirresistencias fue de 3,3% en todo el mundo y de un 17% en los casos previamente tratados y, en 2020, fue de 3,4% y de un 20% respectivamente. Este descenso es aparente y la proporción se mantiene igual, porque la proporción de personas afectadas en cifras absolutas es mayor, según el mismo informe de la OMS de 2023.
La TB multirresistente es cada vez más frecuente (supone el 30% de los casos) y va al alza. "Es preciso producir fármacos específicos para tratar las formas multirresistentes de la TB, cada vez más presentes, atención farmacológica a largo plazo y una buena nutrición, lo que conlleva que el tratamiento de estas formas dure más tiempo y sea más costoso", explica el Dr. Stojanovic.
En los últimos años, han aparecido nuevos fármacos capaces de combatir las resistencias, como veraniclina y delamanib, comprimidos orales que se pueden administrar en el domicilio, sin que sea preciso el ingreso, aunque sí "deben ser objeto de un seguimiento estrecho por los efectos secundarios que pueden generar, y que se toleran relativamente bien, lo que constituye un aspecto positivo, mientras que no lo es tanto que dichos fármacos sean caros y no estén subvencionados por los Estados", precisa el Dr. Stojanovic.
En investigación
Están en marcha numerosos ensayos clínicos para mejorar el diagnóstico, manejo y tratamiento de las secuelas de la TB, ya que las secuelas constituyen otro aspecto importante que debe tratarse de manera adecuada. La investigación de los tratamientos tiene como objetivos hallar nuevos fármacos, así como de combinaciones de fármacos ya presentes, para aumentar su eficacia. El tratamiento estándar actual de la TB se basa en una combinación de al menos cuatro fármacos y de una duración de 6 meses.
"Debemos atender a las personas que necesitan más ayuda y que no tienen un acceso adecuado a la sanidad y combatir las resistencias a los fármacos. La respuesta para todo ello sería disponer de más dinero y recursos. Nosotros podemos aportar mucho en investigación y nuestra responsabilidad es descubrir nuevas maneras más económicas y más eficaces para poder llegar a los puntos del planeta donde no tienen tantos recursos y ayudar a los demás", concluye el Dr. Stojanovic.