Más de 30.000 mujeres europeas son diagnosticadas de cáncer de cuello de útero cada año y unas 13.500 mueren por esta causa. Estas cifras, sin embargo, pueden llegar a ser historia en un futuro no muy lejano: las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) pueden prevenir la gran ...
Más de 30.000 mujeres europeas son diagnosticadas de cáncer de cuello de útero cada año y unas 13.500 mueren por esta causa. Estas cifras, sin embargo, pueden llegar a ser historia en un futuro no muy lejano: las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) pueden prevenir la gran mayoría de los casos, como se recuerda cada 26 de marzo en el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cérvix.
La introducción de estas vacunas en Europa, a partir de 2006, supuso un cambio de paradigma y los expertos ya han podido corroborar su eficacia. Un estudio publicado en The Lancet con datos de Reino Unido, comprobó que las mujeres que se habían vacunado a los 12 y 13 años tenían un 87% menos de tumores de cérvix que quienes no la habían recibido. Otro estudio en The New England Journal of Medicine arrojó similares resultados en Suecia, con tasas de cáncer un 88% menores en mujeres vacunadas en la adolescencia que en aquellas mujeres que no vacunadas.
En España, las vacunas del VPH se autorizaron en octubre de 2007 y se incorporaron a los calendarios vacunales de las comunidades autónomas durante 2008, como explica en un artículo la Asociación Española de Pediatría. Entonces fue indicada para las niñas, y en los últimos años se ha ido añadiendo a los niños de forma progresiva ya que el plazo para incluirles dictado por el Ministerio de Sanidad expiraba este año.
El virus del papiloma humano, causante del 95% de los casos de cáncer de cuello de útero, es la infección de transmisión sexual más común y se estima que afectará a un 10% de la población en algún momento de su vida. Aunque algunos tipos de VPH (hay más de 100) se consideran de bajo riesgo, otros tienen riesgo alto y pueden producir cáncer de cuello de útero, vulva, pene, vagina, ano, recto y orofaringe. Es por ello que, aunque las mujeres son quienes más frecuentemente lo sufren, es importante vacunar también a los hombres tanto porque pueden sufrir ellos mismos algunos de estos tumores como transmitir la infección a las mujeres.
Hay que recordar, no obstante, que tener una infección por VPH no indica necesariamente sufrir un cáncer. Algunas se eliminan espontáneamente, pero un pequeño porcentaje puede persistir, derivar en lesiones precancerosas y finalmente en cáncer.
El calendario de vacunaciones del Ministerio de Sanidad aprobado para 2024 recomienda la vacunación frente al VPH en la población total a los 12 años, entre los 12 y los 18 años en mujeres no vacunadas o con vacunación incompleta y en varones a partir de la inclusión en el calendario, y en adultos de cualquier edad en situaciones de riesgo (hombres que tienen relaciones con hombres y personas en situaciones de prostitución hasta los 25 años). Además, se recomienda la vacunación en menores de 18 años inmunodeprimidos (incluido VIH), en adultos hasta los 45 años en condiciones de inmunosupresión (síndrome WHIM, VIH y trasplante de órgano sólido o progenitores hematopoyéticos), y en mujeres de cualquier edad que hayan sido tratadas por lesiones intraepiteliales de alto grado en cérvix. La vacunación sistemática, así como la vacunación de rescate, se realiza básicamente en los centros de atención primaria o en los centros de atención especializada en el caso de grupos de riesgo.
En España, las tasas de vacunación del VPH alcanzaron el 90% para la primera dosis y el 83,2% para la segunda en 2022, según datos del Ministerio de Sanidad. Los expertos coinciden en la importancia de mantener las tasas elevadas -más del 80%- tanto en niñas como niños para mantener la inmunidad de rebaño.
Nuestro país va por la senda adecuada, pero no ocurre lo mismo en toda Europa. Según un informe de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), las tasas de vacunación en Europa diferían del 30 al 70% según los países, lo que genera una desigualdad territorial que influye en la salud global, en el bienestar y también en la economía.
En este contexto, la Comisión Europea presentó este mes de enero una Recomendación para apoyar a los Estados miembros en sus esfuerzos por prevenir el cáncer mediante la vacunación. Europa se centra en la vacuna del VPH -junto a la de la hepatitis B- al ser clave para prevenir infecciones víricas que pueden provocar cáncer. Europa incide en que mientras se estima que un 40% de los casos de cáncer de la UE son evitables, sólo alrededor del 5% del gasto sanitario total se dedicó a prevención en los Estados Miembros en 2021.
Entre las recomendaciones de la Comisión Europea figura el objetivo de que todos los países alcancen tasas de vacunación entre niñas del 90% y amplíen la de los niños, y propone que se financie la inmunización, se refuerce la comunicación y se facilite la vacuna a todos los sectores de la población, además de que se mejore el seguimiento y el registro de la vacunación, entre otros.
Y es que según el informe de Efpia, en Europa las vacunas del VPH pueden prevenir 27.000 casos de cáncer de cérvix y 12.000 muertes. El coste del tratamiento del cáncer de cérvix cuesta unos 26.000 euros, según datos de Italia, lo que implica que sólo ese país podría ahorrar 74 millones de euros. Adicionalmente, con el uso de la vacuna, sin necesidad de tratar el cáncer, se ahorrarían también casi 500.000 horas de trabajo de enfermería, que podrían dedicarse a otros pacientes.
En términos de valor para la sociedad, vacunar a todas las mujeres de los 27 Estados de la UE supondría incrementar la productividad con 5,7 millones de horas de trabajo no perdidas, así como 387 millones de euros.
La situación en el mundo no es más alentadora y en entre 2019 y 2021 se vio una bajada del 25 al 15% en las coberturas mundiales de vacunación de VPH. Una ratio que implica que, en ese período, 3,5 millones de niñas más dejaron de recibir la vacuna. Unos datos que preocupan y ante los cuales la Organización Mundial de la Salud publicó en diciembre de 2022 un nuevo documento de posición, en el que se indica la posibilidad de vacunar con una única dosis (frente a las dos dosis recomendadas) con el objetivo de que se pueda agilizar la inmunización y revertir el descenso de las coberturas.
Esto es muy importante ya que la mayor prevalencia de infecciones por VPH en el cuello uterino se ha identificado entre las mujeres del África subsahariana (24%), seguida de América Latina y el Caribe (16%), Europa oriental (14%) y el sudeste asiático (14%). La vacunación que previene enfermedades infecciosas es importante desde el punto de vista del individuo, pero también desde el punto de vista de salud pública y es por tanto un asunto global en el que se necesita el compromiso de toda la sociedad. Las vacunas del Covid fueron un gran ejemplo de cómo esa implicación impacta en la salud de todos.
Erradicar el cáncer producido por el VPH está en manos de todos.