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La alfa-fetoproteína predice la eficacia de la inmunoterapia en el cáncer gástrico

El valor de este biomarcador sérico se manifiesta en las tasas de respuesta y de supervivencia en múltiples subgrupos de pacientes.

27/03/2024

Científicos de la Universidad de Hebei han establecido que niveles circulantes elevados de alfa-fetoproteína (AFP) al inicio del tratamiento con inhibidores de los puntos de control inmunológico (IPCIs) se asocian a peor respuesta a estos agentes en el cáncer de estómago. En el examen de 158 pacientes los investigadores constataron ...

Científicos de la Universidad de Hebei han establecido que niveles circulantes elevados de alfa-fetoproteína (AFP) al inicio del tratamiento con inhibidores de los puntos de control inmunológico (IPCIs) se asocian a peor respuesta a estos agentes en el cáncer de estómago. En el examen de 158 pacientes los investigadores constataron que la tasa de control de la enfermedad (TCE) fue de solo el 50%, en pacientes con concentraciones de AFP superiores a 20 ng/ml. En contraste, las concentraciones inferiores se asociaron a una TCE del 87%. Los valores de AFP mostraron una correlación similar tanto con la supervivencia global como con la libre de progresión, siendo esta última también influenciada por el estadio del tumor y el número de líneas de tratamiento previas.

Así lo afirma Zhanjun Guo, director del estudio, quien prosigue indicando que el riesgo de muerte fue más de 2 veces mayor en los pacientes con AFP elevada. En el análisis de potenciales correlaciones entre la AFP y los rasgos citogenéticos del tumor, los científicos hallaron que la presencia de baja inestabilidad de microsatélites se asocia a niveles elevados de AFP, con el consiguiente impacto sobre la supervivencia. Guo subraya la solidez de la AFP como biomarcador de respuesta al tratamiento señalando que las relaciones halladas se mantuvieron consistentes en pacientes que recibieron IPCIs en combinación con quimioterapia. El científico concluye indicando que, en los últimos años, la inmunoterapia en el cáncer gástrico ha pasado a ocupar la primera línea de tratamiento, lo que hace necesario identificar biomarcadores de predicción de respuesta, área que hasta ahora ha sido muy poco estudiada en este tipo de tumor.

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